Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

domingo, 3 de mayo de 2015

Parábolas

Porque, amor, tu belleza es un sueño
del que duele despertar, por favor no me despiertes,
que no hay nada malo en el soñar.

También hoy has venido a verme
con las costillas abullonadas de termitas
y ese timón de fortuna
que es tu voz sin témperas
ni piélagos ni ínsulas.

Fue temperamental la siega de las nínfulas
y el flujo ecuestre de los órganos
arrebatados a la mar
con ese tiple profiláctico
y su fontanela de batracios.

De ti he heredado el alfil de las pupilas,
el sultanato de los fósiles,
las lascas de un rubor herido por la piedra.

Nadie como tú sabe lo que es morir por una causa
más ajena que el destino, aunque el sabor de tu mirada
me hable de un azul intenso y celestino.

Tu voz doma los ríos
y quema los puentes
de todos los silencios
silenciados por el tábano
ardiente del fracaso.

Y los mares transigen la espera
y los acantilados no hacen cuenta de las faltas
y los búhos mastican el recuerdo
enardecido de las médulas.

El olvido es una maleta difícil de deshacer
cuando has llegado al orgasmo
y el orgasmo no te grita ni te escupe ni te ruega.

El amor es la parábola de un obús
que siempre yerra, la bayoneta
abandonada en la trinchera,
el asesinato superfluo de una flor.

El amor es una lente de contacto
que enrojece el ojo
sólo cuando lagrimea.

El amor es una luz articulada de pájaros
en la tarde prodigiosa que incendia
las estatuas de su dios mendigo,
o la locura embriaga de los cirios.

Y mientras te preguntas qué demonios es el amor,
la oscuridad te sonríe
como una enfermedad contagiosa
de libros y poemas
o un cuerpo desnudo de mujer.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

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