Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

martes, 29 de abril de 2014

Desangrada










El que rápido se entrega, rápido se evade y nunca se completa.

Hoy ha amanecido turbio el aire.
El sol se escondía en algún abecedario nocturno
o frágil cenotafio.
Tu mirada no se posaba ya sobre mi alféizar,
nuca o epitelio, como cada mañana al despertar.
No había luz ni escarcha tras la ventana,
pero tiritaban los pájaros sobre las ramas
enjalbegadas de nieve
con el frío aleteado en un costado
y el viento espolvoreando copos y gemidos por igual.
El amor era una palabra escrita en otro idioma,
un barbarismo,
un ideograma que nadie me enseñó a leer.
Incólume te abrías las venas
y yo suspiraba de placer
mientras te veía morir
desangrada
a mis pies.

No hice nada por evitarlo;
al contrario, en tu agonía me regocijé.

Hoy ha amanecido turbio el aire,
turbio y comatoso, avergonzado
de su propia desnudez.
El sol se escondía de mí
para no mirarme a los ojos –de asesino–
ni darme la espalda –a la traición–.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

1 comentarios:

ÍndigoHorizonte
29 de abril de 2014, 22:21

Así ocurre, tantas veces. Muchas más de lo que creemos o creamos.

Saludos.

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