Los naipes que peinas
Como el instinto disecado del verso feroz
o la lengua austera del destierro,
yo te amo.
A veces tu duelo mece mi noche
como una oriflama lujuriosa
en un mar enjalbegado de nostalgia,
y entonces todas las estrellas son plausibles.
Así tu voz
de asiduas tristezas
voltea los letreros ampulosos
de mis tiendas diferidas.
Despellejas las luces opacas del camino
que desandamos a ciegas
sin termas o corolarios
y haces del amor un comercio justo.
Como Japón es a una esponja
son los naipes que peinas,
las nubes que suben
las olas a solas.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
o la lengua austera del destierro,
yo te amo.
A veces tu duelo mece mi noche
como una oriflama lujuriosa
en un mar enjalbegado de nostalgia,
y entonces todas las estrellas son plausibles.
Así tu voz
de asiduas tristezas
voltea los letreros ampulosos
de mis tiendas diferidas.
Despellejas las luces opacas del camino
que desandamos a ciegas
sin termas o corolarios
y haces del amor un comercio justo.
Como Japón es a una esponja
son los naipes que peinas,
las nubes que suben
las olas a solas.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
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