Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

domingo, 22 de marzo de 2015

Lo que fue mañana no lo será ayer










Era otoño
en los espejos cóncavos del lenguaje,
y te aproximaste a mis resquicios
silente como un náufrago,
el beso sucinto y desvelado,
de tálamo, y la orilla solícita
del labio que invita
a un cabotaje sin aduanas.

Me besaste en mi abandono
con una sonrisa quiescente,
la boca estuosa como un magma
hambriento y blasonado por el rojo
heráldico de su linaje, y te fundiste
en la blancura inmóvil de mis ojos
como nieve salaz y derretida,
nunca antes hollada.

Nuestras lenguas se anudaron,
morganáticas, como sierpes
que buscan la eternidad del instante
–ouroboros–
y el infinito en dos tiempos.

De aquel besar iterativo,
redundante y prolijo de adverbios
y adjetivos en el que cada beso
silabeaba como una tautología,
nos nacieron prodigios en las manos
y estrellas sigilosas en la nuca
y cicatrices calafateadas de una luz
más oscura que la brea.

Y te dije: cómo me duele,
amor, tu música de anémona
y el pecio de tantos momentos
que sucumbieron con estrépito
al atolón del silencio
y su batahola.

Y entonces prensaste mis sueños
como una falena pubescente
o una nube sin plastrón ni horquillas
con que asir su lluvia despeinada
de aristas, y me dijiste en un susurro:
el tiempo transcurre al inverso aquí,
en el bancal la memoria,
y lo que fue mañana no lo será ayer
ni tampoco ahora.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

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