Exilio
Como un exiliado de su propia sangre
o una canción remendada.
Yo amo mi sed,
su canje de sombras,
sus gárgaras de luces lácteas,
esta báscula femoral
donde los líquenes raspan.
Recuesto mi llanto
en tu regazo de praliné
para domarte las vértebras
y los bufones de las rocas.
Yo te amaba sin amarte,
como un alfabeto ciego
que rebosa el croché de la boca
hasta el último tango.
Aquí acaba el círculo
con su ave fría
y su tierna voz de alambre.
Lo que venga a continuación
ya no será mío.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
o una canción remendada.
Yo amo mi sed,
su canje de sombras,
sus gárgaras de luces lácteas,
esta báscula femoral
donde los líquenes raspan.
Recuesto mi llanto
en tu regazo de praliné
para domarte las vértebras
y los bufones de las rocas.
Yo te amaba sin amarte,
como un alfabeto ciego
que rebosa el croché de la boca
hasta el último tango.
Aquí acaba el círculo
con su ave fría
y su tierna voz de alambre.
Lo que venga a continuación
ya no será mío.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
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