Materia oscura
No es inmune tu belleza
al buido filo de mi espada
si el corte hiere donde sana
y el apósito la sangre no restaña
en su eterno dolor de no ser agua.
He demorado la materia oscura del tiempo
en mi órgano más opaco
para poder desdibujarte la sonrisa cibelina
y al trasluz contemplar la inmensidad
de su entero mar diáfano,
y en ese oleaje disyuntivo que es tu boca ciega,
ora azulocéano, ora azulcobalto,
allí donde el beso nace incardinado
a las vertientes más etruscas del orgasmo,
rebasarte, uno a uno,
dedo en mano,
los colores banderizos del verano
con su dúctil periferia de batracios
sin apenas un rasguño de sol.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
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