Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Perdida libertad


Si mi mano es una jaula
y mis dedos sendas rejas,
dime, ¡oh, dulce alondra!,
¿cómo puedes cantar entre barrotes?

¿Cómo, si eres mi cautiva,
con tu voz me cautivas
y ahuyéntasme las penas?

Más me valiera soltarte, ave canora,
y divisar tu grácil vuelo
en fuga, más allá del horizonte,
alejarse cual fútil parpadeo
a sentir tu pico romo
y tus garras melladas, otrora fieras,
y ese sordo lamento de las alas
que, impedidas de volar,
en presidio quiebran.

¡Ah, qué poco sabemos de los pájaros,
y cuán necios somos los hombres!
Que creyendo que cantan de alegría
para nuestro esparcimiento
ignoramos que es su perdida libertad
la que añoran y penan.

¿Será por eso que no tenemos alas
y que sólo en la celda del sueño,
como al ciego los ojos,
los sueños en alas nos llevan?

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

12 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
9 de agosto de 2010, 17:48

Uy, me has recordado a las égoglas de Garcilaso, sí, muchas veces yo también me he preguntado cómo un pájaro puede cantar enjaulado y aparentar ser feliz, si entendiéramos su trino, tal vez se dejarían en libertad,

Los sueños es lo único que nos permite volar, y la imaginación, y la creatividad, como la tuya.

Un placer, estimado Óscar. Estaré ausente unos días, que disfrutes del verano, cuídate, un beso.

su
9 de agosto de 2010, 18:58

Nunca me han gustado los animales enjaulados, como tan bien dices parecen tristes y no me extraña.
Un abrazo Óscar...seguiremos soñando.

Lisset Vázquez Meizoso
9 de agosto de 2010, 19:33

Todos los animales tenemos el derecho de vivir en libertad...

Anónimo dijo...
9 de agosto de 2010, 20:06

La libertad enjaulada...
Continúa utilizando la misma frase hecha...Si amas a alguie, déjalo libre.El resto ya lo sabes.
Besos

Clara Schoenborn
10 de agosto de 2010, 3:14

Bello poema con toques profundamente clásicos. Es muy triste la vida cautiva de ciertos animales; me parece que la forma como has planteado el poema enfatiza esta situación de una forma bastante interesante. Si se utilizara otra estructura, inclusive verbal, no sería lo mismo.Un abrazo.

NVBallesteros
10 de agosto de 2010, 4:34

Cuando era niña mi abuelo tenia una paloma, su canto era de una tristeza infinita, cada que la escuchaba se me desgarraba el corazón...Jamás tendría un pajarillo en una jaula....

Besos

Anónimo dijo...
10 de agosto de 2010, 21:05

Óscar, aprovecho este comentario para decirte que anteriormente he comentado algunos poemas tuyos pero no encuentro mis entradas publicadas, no sé si de deba a alguna falla del blog, pero quiero que sepas que siempre leo tus poemas y que me encantan, admiro tus versos y la caricia que en ellos se impregna... La caricia de un amor único y mágico.

Gracias por llenarnos el alma de tanta belleza.

Besos.

Patricia 333
10 de agosto de 2010, 22:55

¿Será por eso que no tenemos alas
y que sólo en la celda del sueño,
como al ciego los ojos,
los sueños en alas nos llevan?

Será querido Oscar

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

@Intimä
11 de agosto de 2010, 0:56

Como me ha llegado este poema, será que sin ser pájaro han arrancado mis lágrimas a volar.
Un besito y un suspiro que dejo al viento

Marisol
11 de agosto de 2010, 6:11

Un poema con un marcado estilo clásico, los versos al inicio conservan un ritmo bien definido, e inclusive me parece encontrar algún arcaísmo.
Si bien no es un poema lleno de imágenes surrealistas, el fondo claramente expresa un deseo de libertad, no ya sólo de los animales, sino de libertad humana, de ansias de alzar un vuelo espiritual.
Muchas veces nosotros mismos somos nuestros celadores, prisioneros de la cobardía, de nuestras mentiras, de la soledad, prisioneros de la vida.
Cómo se extraña la edad de la inocencia, de cuando no había restricciones para la imaginación.
Eres muy analítico, yo creo que esas alas ya te nacieron a ti, y nos las prestas en tus poemas.
Un abrazo.

Ío
13 de agosto de 2010, 19:19

"Si mi mano es una jaula
y mis dedos sendas rejas,
dime, ¡oh, dulce alondra!,
¿cómo puedes cantar entre barrotes?"

Las alas de tus sueños siempre sabes donde te llevan ...
Tu poesía es libre dentro de su jaula; fuera de ella sería otra.
Qué hermoso es volver a tener tus palabras en los labios.
Un beso, Óscar

Ío

Mayte Llera (Dalianegra)
2 de septiembre de 2010, 1:54

No sólo este poema es de una gran belleza y con una rima muy acertada, que le crea un ritmo muy especial, sino que encierra un profundo mensaje subliminal. Una gran lección filosófica encerrada entre tus preciosos versos, mi querido amigo. Y otro beso.

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