Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

miércoles, 24 de junio de 2015

Chatarra espacial

Yo sé del vacío musical que deja el beso
en la tibia comisura de una lágrima
y de esa luz que, indecisa, pestañea
en la plica afortunada de unos labios
sellados por el lacre más salino
y el más acre marchamo.

Yo sé de esa ortiga áspera que es tu voz
cuando restriega sarpullidos por mi torpe piel de hiedra,
y del pálpito otoñal que desbraza árboles y huertas
con un grito más audible que el color de los patios cordobeses
cuando en mayo se engalanan de festones y macetas.

Yo sé de las noches alófonas
que se retuercen en mudos escarceos
y de las estrellas híbridas de pencas
que giran sin contornos, precintos o vitelas
en una ingravidez tumultuosa,
como chatarra espacial.

Yo sé del grave acento de la lluvia
cuando destiñe los calcetines de los perros
y las patas numismáticas desparejan una a una sus pezuñas
en una tristeza reciclable
y los charcos vitorean su impoluta suciedad
en lunas acrescentes y en postales sin señas ni membrete
y la hierba simula un verde más austero.

Yo sé del sincretismo animal
de las lenguas que se retan y aparean
en una jerga de reptiles y equinoccios
y de las nubes que mudan su ebúrnea cabellera
por una mirilla más pluviosa,
y de la coda presumible,
y del rebalaje achampanado,
y de la crestomatía de corales
que trae aparejada consigo la marea cuando sube
y tu cintura evade y vadea con una verónica torera
el rojo taurino de la canícula.

Yo no sé nada,
pero sé cómo abrazarte
para que tengas menos frío,
y sé cómo besarte la boca
para decirte "te quiero,
no me olvides"
en tu mismo idioma,
que es también el mío.

¿Qué será de tu Faro y de mi estrella sigilosa?
¿Qué será de lo que somos y de lo que fuimos?
No lo sé.
Nunca lo he sabido.
Tal vez tu Faro y mi estrella nunca brillen juntos,
o tal vez por siempre juntos enmudezcan.
Nunca, siempre; luz, oscuridad; vida, muerte.
Quién sabe, si el ser es dicotómico
y el estar –aquí, ahora, ausente– es breve epifanía.
Si al final será lo que tenga que ser;
sea, pues, ahora, suerte mía.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

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