Dicen que soy yo
Y ése que dicen que soy yo
no soy yo
ni es nadie
que tú conozcas
o debas conocer,
una sombra deshabitada, tal vez,
o un árbol feo y mutilado
o un dios harapiento,
o puede que un juramento roto y vencido.
Olvídate de él,
si es que alguna vez lo amaste.
Es vano llamar de tú o de usted
a lo que no tiene nombre
ni nació para ser nombrado.
Por más que te empeñes,
lo que nunca fue
no habrá de ser.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
no soy yo
ni es nadie
que tú conozcas
o debas conocer,
una sombra deshabitada, tal vez,
o un árbol feo y mutilado
o un dios harapiento,
o puede que un juramento roto y vencido.
Olvídate de él,
si es que alguna vez lo amaste.
Es vano llamar de tú o de usted
a lo que no tiene nombre
ni nació para ser nombrado.
Por más que te empeñes,
lo que nunca fue
no habrá de ser.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
2 comentarios:
Muy buenas, Óscar.
Este poema es muy diferente a todo lo que te he leído, el más corto y el más pesimista, creo. Me gusta tu poesía, además de por su calidad, porque se palpa muy intenso el sentimiento de pérdida y de búsqueda. Noté en tus comentarios a mis poemas, que resaltabas los versos que hablaban más claramente y precisamente de mis sentimientos de pérdida y búsqueda. Me ha gustado mucho este poema porque bien me puedo sentir reflejado, lo podría hacer mío o, más bien, podría ser la historia de mi vida. Así que nada, ahí estamos en la búsqueda... Un placer leerte.
Recibe un cordial saludo, Óscar.
Gracias por venir a comentar a mi blog. Es verdad que me suelo manejar mejor en poemas largos, de cierta extensión, aunque no es éste el único breve que he escrito. También es cierto que aquí he utilizado un lenguaje más sencillo y diáfano, sin adornos retóricos ni alambicadas metáforas. En fin, un autor tiene que saber desenvolverse en diferentes géneros y registros.
En cuanto a la temática, el sentimiento de pérdida, como es obvio, suele estar muy presente en mi poética, y esa búsqueda a la que aludes es la búsqueda de la luz. Qué duda cabe de que éste es un poema pesimista, aunque ésa también es una constante en mi obra.
Un abrazo, Mariano. Que sepas que es un placer tenerte aquí.
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