jun
16
Geómetra de espadas
Mira cómo arden sus barcos en mi pábilo.
La memoria es un tálamo cruel
que aplaca la ingravidez
de los horarios
y el ciclo amargo del agua.
¿Para qué alterar los vértices
inconcusos
si el ave ablanda las alturas
y el río no extirpa sus relieves ácidos?
Como un geómetra de espadas, yo te hiero
en la voz y en la palabra
y tú transmutas
el orden secuencial de las galaxias
en tejidos de un rojo caníbal
que luego redondeas con las aspas furiosas
del tiempo
para maniobrar un infinito más audible.
Así tu carne se abre, excéntrica tirita, a la fina lámina
del beso y el filo descalza su pura inocencia
en tajos de sal y limón que la terca luz no exilia
a su sangre indolora.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
La memoria es un tálamo cruel
que aplaca la ingravidez
de los horarios
y el ciclo amargo del agua.
¿Para qué alterar los vértices
inconcusos
si el ave ablanda las alturas
y el río no extirpa sus relieves ácidos?
Como un geómetra de espadas, yo te hiero
en la voz y en la palabra
y tú transmutas
el orden secuencial de las galaxias
en tejidos de un rojo caníbal
que luego redondeas con las aspas furiosas
del tiempo
para maniobrar un infinito más audible.
Así tu carne se abre, excéntrica tirita, a la fina lámina
del beso y el filo descalza su pura inocencia
en tajos de sal y limón que la terca luz no exilia
a su sangre indolora.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
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