Nostalgia de la luz
Y su piel palideció bajo la roja certidumbre del beso.
Parece que te fuiste,
y sin embargo, nunca estuviste más cerca.
Como esa luz fósil
del astro que perdió su llamarada
en la aventura del tiempo y la materia,
el eco de tu piel, su arrullo místico
y su mística pavesa, aún inflama mi piel
arañando nebulosas de estrellas muertas
con la nostalgia de la luz.
Cómo puede ser, a menudo me pregunto,
que lo que ya no esté
siga siendo, que la luz que se extinguió
en otro espacio, en otro tiempo,
brille nueva en mundos nuevos,
o cómo de la más fría oscuridad
puede surgir una bola de fuego.
En este universo nuestro tan desconocido aún,
tan por explorar, tan antiquísimo e inmenso,
hay fenómenos difíciles de explicar –los colores,
la luz, el océano, la vida con sus muchos reinos–,
antes magia que ciencia para los legos,
pero que sabemos que existen con certeza.
Y ahora yo te pregunto:
el ciego que nunca vio,
¿cree acaso en lo que a oscuras palpa
y despierto sueña con los ojos abiertos?
¿No reside su fe en aquello mismo que ve sin verlo?
Pasa un cometa,
y el astrónomo duerme.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
1 comentarios:
Me recuerda a esa estrella , indefinible esencia que es la poesía.
Muy grato leer.
Gracias por esa luz.
:)
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