Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 28 de febrero de 2011

Estrella sigilosa


La lluvia caía sobre mí
como si quisiera hacerme barro
o espantapájaros.

Llovía como siempre, llovía como nunca,
llovía con la fuerza atronadora de un cielo cárdeno,
esplendente de relámpagos,
y tú permanecías a la intemperie como una estatua ciega,
con esa rígida, pétrea, hierática desnudez de alabastro.

Una colilla flotaba, lánguida, en la superficie del mar
mientras la luna –una luna cetrina, de bilis caramelizada–
se ahogaba en sus turbias aguas.

En aquella lluviosa primavera
éramos como dos hormigas que se acarician las antenas,
un beso de clorofila, una hoja abarquillada
por el peso del agua que eyacula la última alondra,
la fotosíntesis del camaleón.

Por entonces pensaba que la soledad
se parecía a un cuadro de Edward Hopper
o a una caricia furtiva en la habitación
de un destartalado motel de la Ruta 66,
pero ahora creo que tiene los ventanales
inundados de luz, como una playa mediterránea
o un óleo de Joaquín Sorolla.

Cuando quiero refugiarme en mi planeta de silencio
me ovillo en la estrella sigilosa de tu nuca
como la luz escarchada de las farolas
en un invierno jaspeado de añil.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

11 comentarios:

Cita Franco
28 de febrero de 2011, 14:32

Siempre estará ahi esa estrella, esperando tu necesidad de refugio o simplemente cosiendo mas lluvias para repetir la historia.

Besos

Cita

Isabel Moncayo Moreno
28 de febrero de 2011, 15:36

Tu silenciosa soledad, tu estrella sigilosa, tu amor, te hace componer hermosos versos cargados de un emotivo sentir y grandes y originales metáforas para nada vistas, será por eso que me gusta tanto venir a leerte, siempre encuentro hallazgos hermosos e imágenes irrepetibes en tus poemas.

Un abrazo, Óscar

Tatiana Aguilera
28 de febrero de 2011, 20:36

Descubrí que la soledad, no tiene sonidos ni colores definidos. La descubrí desnuda y clara, en la vastedad del desierto, en la nada, en las dunas de arena. Conocía la soledad de las grande urbes, la de ventanales que comunican con parques y flores lejanas, y también conozco la soledad de las horas vacías, aquellas que se deslizan en una taza de café sin compañía. Ahora conozco tres soledades, y espero no conocer más.
Un abrazo, como siempre sobresaliente en las entradas.

Ío
28 de febrero de 2011, 22:26

"Llovía como siempre, llovía como nunca,
llovía con la fuerza atronadora de un cielo cárdeno,
esplendente de relámpagos,
y tú permanecías a la intemperie como una estatua ciega,
con esa rígida, pétrea, hierática desnudez de alabastro."

Me ha encantado, gustado, y puedo decirlo hasta mil veces: que maravilla de estrofa¡¡¡¡¡
Y la última, también la última es una preciosidad, todo el poema lo es.
Gracias por su belleza, por compartirla
Un abrazo, Óscar

Ío

Liz Flores
1 de marzo de 2011, 5:44

Al igual que Ío, me han gustado la segunda y última estrofas, son en verdad muy sutiles, de gran belleza y hondo sentir. También la imagen de la "hoja abarquillada" y el ver a la soledad en "ventanales llenos de luz". Tienes una manera impresionante de transformar la palabra en un cuadro de vida. Esa "estrella sigilosa" siempre va a refugiarte con su luz, y poco a poco difuminará el silencio en tu planeta también.

Disfruto de tu preciosa poesía.
Un fuerte abrazo, Óscar.

Balovega
1 de marzo de 2011, 22:48

Hola de buenas noches...

Pasaba por estos lares y entre a saludarte y leerte, ha sido un placer descansar un ratito en tu bello rincón..

Saludos de bellos sueños

Florencia Madeo Facente
2 de marzo de 2011, 2:29

El recuerdo se cristaliza en la poesía, y la poesía trasciende las líneas. El recuerdo, es cierto, es una estrella sigilosa, que imperceptiblemente siempre está brillando, y que espera que volvamos la nuca.
Muy bello, me gustan las imágenes que utilizás.
Un saludo.

Yessi
2 de marzo de 2011, 4:51

Los recuerdos a travez de la lluvia, o la lluvia en los recuerdos, son una mezcla de perfecta a mi gusto.

Hermosas letras.

Un abrazo.

noches de rock
2 de marzo de 2011, 10:41

Es realmente fantástico, enhorabuena

Marisol
3 de marzo de 2011, 5:48

Encuentro tu poesía muy descriptiva, las imágenes casi se pueden tocar, y son realmente brillantes, únicas como dice Isabel.
Y es adjetivas en la medida exacta.

Es difícil empezar un poema, pero tu primera estrofa es impecable:
'La lluvia caía sobre mí
como si quisiera hacerme barro
o espantapájaros.'

Esta imagen es muy tierna:
'En aquella lluviosa primavera
éramos como dos hormigas que se acarician las antenas'

Creo que nadie emplea el verbo 'ovillar' tan bien como tú.
Abrazos trísticos.

Balovega
3 de marzo de 2011, 23:38

Hola y bella noche..

Paso a leerte un rato y desearte un feliz fin de semana.. Me gusto tu entrada.. gracias por compartir..

Un abrazo

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