Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 11 de octubre de 2012

De tus labios a mis labios














Tus ojos tienen el misterio de las catedrales
ungidas por el sol, la luz de los vitrales
que tamizan las bóvedas en una celosía de colores
y ese repiqueteo de lluvia y badajos, de arcana
fe sin sombras.

Tus manos esconden un silencio eviscerado
de caricias talladas en la oscuridad
cuando se tienden como puentes al ocaso
y los dedos patinan en la escarcha.

Tus besos aletean en profundidades abisales,
donde la noche es de un azur opalescente
y la respiración no es más que falta de aire.

Tus labios son un rimero de versos, un engranaje
poético, el último eslabón del empíreo;
y aunque pálidos y yertos, más rojos
que la sangre que corre por mis venas.

Tu lengua es el paisaje sentimental
donde brujuleo sin conciencia ni tiempo,
un ferrocarril volado por la pólvora, la luna
recitada por el fuego.

Tu voz es un vial sin lenitivo,
la extenuación del compás que gira ebrio,
el báculo que hiende mares muertos.

Quisiste bailar sola,
pero este tango es para dos.

Todo lo que escribo a ti te lo dedico,
porque sólo tú aportas una brizna de luz
a este mundo sordo y ciego.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

3 comentarios:

Fausto
12 de octubre de 2012, 17:38

Evocan tus letras un cínico y dulce pacto para traerle de vuelta. Poco a poco la vistes, la peinas y no solo es poesía sino también es ella. Sigo aquí leyendo, leyéndote.

Liz Flores
12 de octubre de 2012, 21:49

Me he figurado tus versos tal cual la luz que penetra entre los vitrales de las iglesias, se matizan nostálgicos, cálidos, bellos, llenos de color. Es tu poema un dulce canto al amor siempre vivo en ti, ello hace que tu sutileza acompañe al lector en un dócil recorrido por cada pensamiento que plasmas. El cierre me gustó mucho.

Un fuerte abrazo, Óscar.

medusa_de_mar
3 de noviembre de 2012, 8:46

Retorno, porque vaya que me gustan los paisajes abisales. Mis saludos, D.

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