Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

martes, 23 de octubre de 2012

Juntos












Juntos abrazamos la fe del relámpago
y el sutil lamento de las algas.

Juntos comulgamos con la oblea del nostálgico
y la epístola de las armas.

Juntos violamos la incertidumbre del ocaso
con trazas de un azul desportillado.

Juntos postergamos la cita ineludible de la muerte
aun cuando a la misma muerte nos entregamos.

Juntos caminamos por la estafeta del olvido
con los ojos vendados por el sueño
y los labios lacrados de silencio.

Juntos explotamos el sol de los nenúfares
en pompas translúcidas de un metal celeste
y no quedó nada
                               más que ambrosía.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

ÍndigoHorizonte
23 de octubre de 2012, 14:20

Bello. Muy bello. Incluso, luminoso.

Ío
23 de octubre de 2012, 15:37

Lo leo triste y muy muy bello, y a pesar de ello hacia el final parece que la tristura se transforma en algo dulce, y deseable.
Los dos primeros versos son los que más me han gustado, y el último,
"y no quedó nada
más que ambrosía."

Gracias, Óscar, abrazo

Ío


Isabel Moncayo Moreno
24 de octubre de 2012, 14:54

Algo nos queda, Óscar, ese haber estado, haber sido, haber sentido y vivido, haber amado y haberse sentido amado, ese dulzor de ambrosía que nos reconforta el alma.

Sigues estando en forma poéticamente,de lo cual me alegro y disfruto, al igual que deseo de corazón que también te vaya bien en el ámbito personal.

Un fuerte abrazo.

Liz Flores
24 de octubre de 2012, 19:13

Muy lindo el poema en su tristeza y contenido. La expresión "juntos" al inicio de los versos le otorga fuerza a cada pensamiento, y es que aún, con la muerte de por medio, siguen siendo dos y uno con Sara. Los versos de la tercer estrofa me gustaron mucho y los del cierre más.

Un abrazo, Óscar.

Tatiana Aguilera
24 de octubre de 2012, 22:10

Quedó lo más dulce, lo más buscado poeta. Ese sabor que nada ni nadie lo puedo superar ni saciar. Quedó la miel que todo lo endulza, incluso el dolor.
Un abrazo Óscar.

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