Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

sábado, 5 de junio de 2010

Aquella puesta de sol


A estas horas la noche es un pájaro azul.
Pere Gimferrer

Mirarte es como contemplar aquella puesta de sol de nuestra infancia,
cuando los últimos rayos del véspero declinaban nubes violáceas
en el claustro de la tristeza.

Era entonces cuando, al socaire de la noche ciega e inminente,
la luz ambarina del sol rasgaba el plectro de la inocencia
como un coro de ángeles.

El mar calmo segregaba arpegios de plata
en el violín creciente de la luna, encinta de versos,
y el día agonizaba en la desinencia de una lágrima.

Nuestro amor es una fuga en el tiempo,
una brecha en el dique de la nostalgia.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

8 comentarios:

Yoko-Tomoto
5 de junio de 2010, 17:52

El tiempo acrecienta la nostalgia como un atardecer que despide al día que forma parte del tiempo que no vuelve, y al no volver la tristeza en forma de despedida se concentra.

Es toda vuestra pluma un cúmulo de recuerdos, llevados sobre una barca de metáforas en escenarios magníficos.

Me ha encantado la tercera estrofa, la música comunica de forma tan subjetiva como el corazón quiera sentirlo. Hermoso.

Estuve ausente por uno días y encuentro hermosos poemas, sonrío.

Con mucho aprecio
Vuestra Alejandra

Liz Flores
5 de junio de 2010, 18:17

Nuevamente la infancia e inocencia -aparte de la ternura- vuelven a tu poesía, entiendo que es por la pureza que representan y que la haces afín a tu amada y tu amor.

Todo el poema es una sóla y bella imagen. La tercer estrofa es la que más me ha gustado, así como "Nuestro amor es una fuga en el tiempo".

Cuánta sensibilidad hay en tu ser, se palpa a contraluz de tus poemas.

Un fuerte abrazo, Óscar.

Clara Schoenborn
6 de junio de 2010, 0:07

Bellas imágenes en las cuales recuerdo, sentimiento y nostalgia se tornan en pincelazos coordinados en la tela de un emocionante poema. Muy bello y delicado. Abrazos Óscar.

MPADN
6 de junio de 2010, 18:21

Es un poema con mucho sentimiento, teñido de recuerdos y nostalgia, suave melancolía, vestida de bellas palabras. Todo un placer leerte.

Besos, espero que estés pasando un buen domingo, querido Óscar.

su
7 de junio de 2010, 12:00

Me gusta tu último verso...me hace recordar otros tiempos, un amor dejado atrás, otras sonrisas.

Un abrazo Óscar.

Isabel Moncayo Moreno
7 de junio de 2010, 16:37

Este poema tiene un encanto especial Óscar.

Me ha gustado especialmente la siguiente estrofa:
El mar calmo segregaba arpegios de plata
en el violín creciente de la luna, encinta de versos,
y el día agonizaba en la desinencia de una lágrima.

es preciosa, original y con una carga emotiva que sobrecoge, todo el poema es un lujo de imágenes bellas, siempre es un verdadero placer venir a leerte.

Un abrazo

Patricia 333
8 de junio de 2010, 17:55

Una fuga en el tiempo , una brecha en el dique
de la nostalgia

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Marisol
11 de junio de 2010, 18:59

No se me ocurre un crepúsculo mejor descrito, la inocencia aparece otra vez, desgarrada cuando se oculta el sol, es una imagen estremecedora, aunque todo el poema tiene imágenes conmovedoras.
La estrofa que ha señalado Isabel, también es la que más me ha gustado, 'en el violín creciente de la luna, encinta de versos' es fantástico.
Hacia el final, la tristeza anega el poema.
Un gran abrazo.

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