Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

martes, 15 de junio de 2010

Un hilo suelto


Me despierto con el murmullo de tu piel en la mañana,
con la amenaza de tus labios en la nuca
y el raso bostezo de las sábanas,
y la ansiedad de los pies que, de la mano, quieren juntos caminar.

Aún dormido, ojeroso y somnoliento,
te pronuncio con caricias que desafían la climatología adversa del sueño
como una borrasca de flores y versos.

Pero pronto me nublo en la agonía del instante,
en lo efímero del suspiro,
en la clepsidra del tiempo que llueve cenital.
Y pienso que traes los pies mojados de estrellas,
un tintineo de lluvia en los cabellos
y un hilo suelto en el foulard.

Tiro del hilo,
lo ovillo en mis manos como si fuera tu pelo,
pero cuando devano el sedal de tu tristeza,
no estás tú en el otro extremo.

Y entonces me siento tan indefenso como un gato enmarañado en una madeja de recuerdos.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

8 comentarios:

Tyrma
15 de junio de 2010, 22:20

Tiempo sin leerte, Óscar.
No sólo el cambio de plantilla, tus versos siempre espléndidos, me parecen hoy menos tristes, lo celebro.
Admiro tu sensibilidad y maestría, al plasmar un sentimiento.
Te seguiré leyendo.
Un beso.

NVBallesteros
15 de junio de 2010, 23:47

Es un hermoso poema...lleno de sentimientos bellos...con un final doloroso...

Besos

Patricia 333
16 de junio de 2010, 3:40

Aún dormido, ojeroso y somnoliento,
te pronuncio con caricias que desafían la climatología adversa del sueño
como una borrasca de flores y versos.

Muy Hermoso y la comparacion de un gato indefenso enmarañado me dio mucha ternura

Besos Oscar

Yoko-Tomoto
16 de junio de 2010, 7:40

Cuando el amor es tan profundo como el vuestro es lógico que se viva en él entre las madejas del recuerdo con la nostalgia de un sueño que hace llevadera la vida misma.

Hay días que vivimos tanto en nuestras memorias que olvidamos la realidad, y es al despertar que la agonía parece ser aun mayor, porque os recuerda por qué es que duele tanto. Pasamos a ser hilos sueltos en el recuerdo lacerado.

Muchas gracias por vuestro comentario en "Niño de agua en forma de nube", ha sido muy amable. Aún me falta mucho y así será hasta convertirme en un clavel rojo, sonrío. No creo nunca poder terminar por aprender.

Un fuerte abrazo lleno de agradecimiento y aprecio a vuestra persona
Vuestra
Alejandra

Isabel Moncayo Moreno
16 de junio de 2010, 15:04

"Y pienso que traes los pies mojados de estrellas,
un tintineo de lluvia en los cabellos
y un hilo suelto en el foulard"

Estos versos son preciosos, Óscar, todo el poema lo es, incluido ese final enmarañado en recuerdos, me has recordado en esta ensoñación donde al despertar se evidencia la pérdia a mi admirado poeta German Bleiberg, te dejo un poema, del cual tengo rescatado unos versos también en mi blog, y creo recordar una referencia tuya a sus palabras:


Mientras de luz y de esperanza herido

Mientras de luz y de esperanza herido
mi corazón te piensa y te edifica,
un llanto luminoso purifica
tu cielo claro en claridad crecido.

Las aves hacia ti me han conducido,
cuando el silencio el cántico amplifica,
que en ti las luces íntimas explica,
y esta pasión, primaveral latido.

El alma te construye entre azucenas
sobre el paisaje que la brisa hiere,
donde los aires tiemblan en tu ensueño.

Tu nombre vivo fluye por mis venas,
y toda mi nostalgia te prefiere
en la espiga y la hierba de mi sueño.

Tú también eres un poeta herido de amor, pero has amado y te han amado, y seguramente volverás a amar, porque eres muy joven y tienes mucho amor para dar, así se siente en tus poemas, mi estimado y admirado amigo, un fuerte abrazo.

Marisol
16 de junio de 2010, 19:12

La primera estrofa me ha parecido además de tierna:
'con la amenaza de tus labios en la nuca'
muy ingeniosa:
'los pies que, de la mano, quieren juntos caminar'

Luego he leído magia, unos versos brillantes, esplendentes, siempre de la mano de Sara, esta vez en su foulard:
'en la clepsidra del tiempo que llueve cenital
Y pienso que traes los pies mojados de estrellas,
un tintineo de lluvia en los cabellos
y un hilo suelto en el foulard.'

El cierre es de una tristeza dulce, inesperado y preciso:
'Y entonces me siento tan indefenso como un gato enmarañado en una madeja de recuerdos.'

Hay muchas imágenes buenísimas, y se nota la elaboración.
Un gran abrazo.

Liz Flores
16 de junio de 2010, 22:43

Muy hermoso tu poema, sobre todo de la tercera estrofa hasta el final. Metáforas encantadoras rociadas de ternura y nostalgia que le dan ese toque de belleza a los versos, como esos "pies mojados de estrellas" entre otras.

Haces ver la tristeza tan dulce.
Un fuerte abrazo.

lunilla
16 de junio de 2010, 22:56

Me gusta como has encadenado tus letras, has dejado que el hilo de tu alma, borde un poema lleno de sensibilidad, metafórico,con la huella de la tristeza sembrada en cada verso.
un abrazo!

Blue

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