Puntillismo
¿Recuerdas cuando cerrábamos los ojos muy fuerte
y al abrirlos veíamos puntitos blancos agitarse
como estrellas titilantes sobre un lienzo negro?
La noche era un avestruz sin cabeza
cuando me vendabas los ojos con tus labios
y yo sólo oía tu silencio
a través de la respiración contenida.
A veces –lo confieso–, mientras nos besábamos
abría los ojos sólo para ver cómo tú los cerrabas,
y entonces escondía mi rubor de amante sorprendido
en tu labio inferior, mordiéndolo suavemente.
Tu aliento encrespaba los estandartes de mi pecho,
y mis dedos desataban tempestades en la abra de tus muslos.
En aquel tiempo de sílabas menguantes
nuestras bocas se encauzaban en todas las lenguas,
sin meandros ni circunloquios,
y el amor era blanco y puro y le poníamos tantos nombres
como los esquimales a la nieve.
Inventamos un lenguaje de libélulas y acantilados
para que el musgo coloreara nuestros ojos.
Luego llegó la ablación de las palabras tardías
y una afasia pertinaz.
Poco a poco se nos mueren los abriles en las manos
y se nos van los días como pestañas al borde del párpado.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
11 comentarios:
Solía cerrar los ojos co todas mis fuerzas, para abrirlos y ver esa única imagen, un cielo totalmente estrellado y brillante como siempre lo había soñado.
Abril, ese mismo abril que se opacaron mis sueños y lentamente sin quererlo ni imaginarlo, el cielo se apagó de estrellas y hoy solo queda volver a comenzar.
Besos
No voy a escribir nada más
Un beso, Óscar
Ío
Quizás este poema sea el más hermoso de los que te he leído hasta el momento y lo he releído para saborear su gusto agridulce, su sensualidad y ese sentimiento vertiginoso y descendente que despide. Es un poema diferente al resto de los que conozco de ti, con menos riqueza y complejidad metafórica, pero más riqueza sentimental, más profundo y reflexivo, si cabe, que otros.Todos tus poemas me gustan, pero éste en especial. Otro beso, querido poeta y disfruta de la semana.
Comparto la apreciación de Maite, éste poema no está cimentado en la exquisitez metafórica. Éstos versos fluyen por la belleza de sentimientos que liberan, y que nos hacen degustarlo, como una copa de vino a la luz de las estrellas.
Un abrazo poeta.
La poesía interminable, el amor, los abriles ausentes y...la eternitud del amor.
Gracias poeta.
Esta vez, siento el latir de tu alma estremecida, sin tanto rebuscamiento,mas profundo, y con palabras más directas que perfuman tu poema..
un abrazo Oscar
ten una linda semana
Blue
Me ha gustado esa conversación tan íntima y nostálgica de las tres primeras estrofas, imágenes vivas llenas de ternura y pureza. Pero es la segunda estrofa con la que me quedo como favorita, creo que la mayoría nos identificamos con ella. No hay nada más hermoso que descubrir a tu pareja cuando te mira con los ojos del alma al momento de besarse. También eso de ponerle nombres al amor me ha llegado poque para mí viene siendo lo mismo que rebautizar su cuerpo, sus besos, su alma... muy lindo.
Aunque el cierre ha sido un baldazo de agua helada me agradó por ser una preciosa metáfora.
Un fuerte abrazo, Óscar.
Poco a poco se nos mueren los abriles en las manos
y se nos van los días como pestañas al borde del párpado.
El mes de Abril , para mi es el mas bello como Bello es este poema
Un abrazo y un beso
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Creo que hablo tu corazón que no sabe de palabras que solo siente...Te dejo un abrazo muy grande
Besos
Este poema tiene una dosis de ternura que estremece.
Como la idea de abrir los ojos sólo para ver cómo ella los cerraba.
Es fácil imaginar tus versos, cuando se ha descubierto el amor puro que tú sientes.
Me gustó este verso en especial:
'cuando me vendabas los ojos con tus labios
y yo sólo oía tu silencio'
Éstos contienen ese lenguaje que Sara y tú concibieron en su mundo lírico y que los identifica:
'Inventamos un lenguaje de libélulas y acantilados
para que el musgo coloreara nuestros ojos.'
Lo he disfrutado mucho.
Un gran abrazo.
A veces –lo confieso–, mientras nos besábamos
abría los ojos sólo para ver cómo tú los cerrabas,
y entonces escondía mi rubor de amante sorprendido
en tu labio inferior, mordiéndolo suavemente.
Tu aliento encrespaba los estandartes de mi pecho,
y mis dedos desataban tempestades en la abra de tus muslos.
Cuando uno cierra los ojos fuertemente, ve aquello que fue lo último que vio, no sé si es tu intención, seguramente no, o sí, no lo sé, pero si cierro los ojos, y perdona la indiscrección veo a dos enamorados amantes, amándose. Hermoso. Y disculpas por ver.
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