Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Naturaleza viva


Las estrellas,
el cielo,
la noche oscura y solitaria,
todo está en el principio de la creación.
Eres energía, y me envuelves como un halo de protones.

Sóplame,
y verás caer mis sueños como fichas de dominó
en el mosaico de la vida
empujadas por un viento de futuro.

Vibras en cada átomo del universo,
y la Naturaleza te confiere las más diversas formas
para desafiar mi percepción.
A la luz ambarina del alba,
cuando los rayos de sol borbotan en la superficie estuosa del lago
y la conciencia aún no han rasgado del todo el velamen del sueño,
la bruma del bosque bosqueja figuras espectrales,
y bajo la apariencia fantasmagórica de un árbol
que estira sus ramas desnudas y rizosas
adivino el contorno vaporoso de tus labios
–que se contraen en la pompa de un beso–,
la línea de tus cejas,
la sombra de tus ojos...
Y aquella bandada de alegres petirrojos que baten las alas en la niebla
¡dime, acaso, si no perfilan la silueta de tu nariz!

Pero no eres un artificio óptico donde la perspectiva engaña al ojo;
eres un encanto natural que subyuga la mirada.

La naturaleza es la paleta donde mezclo los colores de mi imaginación,
y tu rostro es el paisaje de fantasía en el que pinto los más bellos retratos.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
12 de mayo de 2010, 17:10

Sóplame,
y verás caer mis sueños como fichas de dominó
en el mosaico de la vida
empujadas por un viento de futuro.

Hermoso soplo de naturaleza y vida, estimado Óscar, me ha encantado este juego cósmico y terrestre donde ensalzas de manera magistral su rostro entre las brumas, de nuevo aquí embrigándome de tu poética, siempre novedosa en las imágenes, será por eso por lo que nunca me canso de leerte.

verdaderamente has pintado un bello retrato, sí.

Un abrazo, Óscar

Liz Flores
12 de mayo de 2010, 19:37

Inicias el poema con un panorama cósmico muy bello y con una rotunda verdad: tu amada es energía positiva que recarga tu alma constantemente.

Dibujar el rostro del ser que se ama ya sea entre las ramas de los árboles, o en las nubes, o en la copiosa lluvia que ves desde la ventana, o al fondo del río, etc. es romántico a la vez que triste.

Los versos del cierre son los que más me ha gustado por su hermoso sentido.

Un cariñoso abrazo.

Clara Schoenborn
13 de mayo de 2010, 0:42

Bellísimo poema. Cuando el cuerpo cierto de nuestro ser amado se ha difuminado, es cuando de pronto comprendemos que en esta simbiosis de materia vamos y volvemos de muchas formas, en la belleza de todas las figuras que la naturaleza plantea y que puede regresar una caricia, un gesto o un rasgo en toda esa belleza. Me encantó. Un abrazo poeta.

Marisol
14 de mayo de 2010, 6:39

Has hecho a tu musa: música, pintura y poesía, y el retrato ha quedado bellísimo. La fotografía que acompaña al poema es interesante, y un elemento que ayuda a ver con más claridad las imágenes que nos presentas en verso.
Me han gustado sobre todo, estos versos:
'Eres energía, y me envuelves como un halo de protones'
'la bruma del bosque bosqueja figuras espectrales'
'adivino el contorno vaporoso de tus labios
–que se contraen en la pompa de un beso–'
Un poema sin duda lleno de vida y naturaleza.
Un abrazo infinito.

Yoko-Tomoto
15 de mayo de 2010, 5:28

"La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma" diría Einstein y vos en vuestro poema lo afirma.
Para la química no se altera el estado molecular de la materia, diferente a la física que la transforma alterando su estado original.

Sonrío, qué hermoso es que el ser amado se respire en la naturaleza, que viva en el viento, en el agua en forma de neblina.

Sonrío, en realidad la muerte no existe es solo el temor de los hombres a lo desconocido. Lo cierto es que perseveramos en el medio como vuestra dama en la poesía de vuestros labios.

Un fuerte abrazo
Vuestra Alejandra

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