Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

miércoles, 21 de julio de 2010

La despedida


Ya está aquí la noche con su giralda de fuegos.
Ésta es la hora en la que el sol se oculta tras una cortina rosicler
y las pesadillas cabalgan en mesnada.
Los últimos rayos agonizan a dentelladas de oscuridad
y la noche sangra como un vampiro al que le hubieran arrancado los colmillos.
Sin culpa. Sin pecado. Sin remisión.

Qué bella es la sangre cuando llueve al sesgo en la nieve y a la tímida luz de las farolas
los árboles ululan como fantasmas sin techo. En las calles sólo pasean sombras,
jinetes sin cabeza y animales errabundos, famélicos, cojos. Todos muertos.
Fieles adoradores de un dios nictálope.

¿Quién te enseñó a tocar ese silbato de nostalgia?
¿Quién, en su delirio, te trajo hasta mí?

Te fuiste con el primer latido de la mañana,
cuando la ciudad aún dormía como un feto, arrebujada en su placenta de silencio.
En el paisaje de mi piel adormecida el amor dibujaba flores y versos
arropado por la epidermis del sueño.
Te fuiste como las aves que abandonan el nido dejando de las alas el calor.
Te fuiste y no volviste. Y entonces llegaron el frío y las piedras
con su canto de río sin peces.

Me dejaste a solas con esta réproba tristeza en la noche concubina.
Y me perdí en la absenta de las hadas,
en la posología de los instantes vacíos,
entre sinapsis y temblores,
en el burdel de las luciérnagas,
en la migración de los colores
que la luna prostituyó con su lengua meretriz.

Y entonces supe que después de una despedida siempre queda
la marca inconfundible de un cadáver en el suelo
o el corte transversal de una naranja.

El verano siempre acaba con esta canción.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

11 comentarios:

Anónimo dijo...
21 de julio de 2010, 16:38

Una despedida no anunciada? Es el dolor que debe sanar aunque reconozco que entre el decir y el vivir-lo, hay aún un largo trecho por recorrer...
Besos

Isabel Moncayo Moreno
21 de julio de 2010, 17:09

Ay Óscar, qué escalofrío al leer el poema ( con la imagen ni te cuento) como siempre es estupendo en su fondo y en sus formas, tú que eres un buen escritor, sabes tocar todos los palos, pero siempre te preferiré en tus poemas amorosos o eróticos, personalmente no me agradan los poemas cuando en las imágenes veo todo muerto, ya sé, ya sé, pero permite que te diga que prefiero tus poemas amorosos, aunque no dejo de reconocer tu talento también en estos poemas, oscuros, góticos o no sé cómo deba llamarlos.

Un abrazo, Óscar

Ío
21 de julio de 2010, 17:34

La oscuridad parece eterna tatuada en tu rostro, en las palabras que brota tu boca, y llueve, llueve mar sobre tus fríos labios.

"El verano siempre acaba con esta canción."

Un abrazo-beso

Ío

su
21 de julio de 2010, 19:36

Te fuiste y me perdí.

Una despedida donde todo lo bueno desaparece con su marcha...triste sin duda alguna.

Un abrazo.

NVBallesteros
21 de julio de 2010, 22:06

Haces una fotografía impresionante con cada palabra de una soledad que estremece...

Te dejo besos :)

lunilla
22 de julio de 2010, 0:06

asi me siento yo!

un abrazo reconfortante

VERONICA

Lisset Vázquez Meizoso
22 de julio de 2010, 10:36

No acepto las despedidas, las odio. Sobre ellas he escrito tantas veces que ya no sé qué más decir aparte de que no las quiero. Siempre se llevan algo preciado y precioso de nosotros, por mucho que algunas sean deseadas. Siempre queda, como dices, algún cadáver... Besos.

Anónimo dijo...
22 de julio de 2010, 18:04

hola.

mucho gusto.

ami tampoco me gustan las despedidas. y si es verdad , te quita todo.
yo me he despedido mucho en mi vida y no es nada bonito. :(

Mayte Llera (Dalianegra)
22 de julio de 2010, 19:10

Hola, encantada de concerte, vengo a tu blog a través del de mi querida poetisa Blue y descubro un alma de poeta atormentado por el amor y la muerte, con unos versos que destilan todo el dolor que puede acumularse en un corazón torturado. Me ha ecantado este poema tuyo, desde luego sabes transmitir como nadie. Un beso desde Asturies y feliz fin de semana.

Patricia 333
22 de julio de 2010, 20:09

Y entonces supe que después de una despedida siempre queda
la marca inconfundible de un cadáver en el suelo
o el corte transversal de una naranja.

Una despedida siempre marca nuestras vidas con dolor si esa despedida es para siempre y nunca nos volveremos a ver ....


Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Un beso querido Oscar

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Marisol
25 de julio de 2010, 3:50

Creas una atmósfera tétrica, pero romántica, la pasión de tus versos, muchas veces golpea, y arremete con fuerza.
Las imágenes se perciben claras, en un Universo en el que la oscuridad les da la forma. El lirismo que se lee en cada verso es extraordinario.
Mi admiración, Óscar.

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