Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

viernes, 16 de octubre de 2009

Tu poesía


Tu poesía poseía el aroma de la siega del verso espontáneo,
la hemorragia del numen enardecido en sarmientos de poemas,
la caricia peciolada de la hiedra que trepa rumorosa por la corteza de la rima,
el prístino verdor del musgo enjaezado en acantilados de metáforas,
la blancura inmaculada del muslo cincelado en vandálica apostasía,
la fragilidad invertebrada de la mariposa que gobierna el timón del viento con alas de seda,
la falárica omnisciencia del Faro que se alza imponente sobre las olas, arrostrando un mar embravecido,
la bondad lumínica del rayo que horada la fronda de las hayas y se hace claro en lo más umbrío del bosque,
la ingenua sensualidad de la ninfa que chapotea con el pie en el arroyo,
inconsciente de su eterna juventud,
pura como una gota de rocío.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

3 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
16 de octubre de 2009, 17:20

Me gusta la poesía cuando la siento con movimiento, además claro está del sentimiento, la poesía de Sara vivaz y transparente como esos arroyos frescos de nuestra tierra ( que se escuchan y nos cuentan cosas)
Has plasmado gran parte de su imaginario poético, adornándolos con un mimo especial, además de entretejerlo con paronomasias, polisemias y qué te voy a decir que tú no sepas, si eres de los pocos a los que veo usar retórica a menudo.
La imagen de mujer árbol que también he visto en su blog es preciosa y significativa.
Siempre la sensibilidad en tu poema me sobrecoge.
Preciosa poesía, tú poesía y la de Sara

Un abrazo Óscar

Marisol
17 de octubre de 2009, 6:10

Me llamó la atención la imagen que acompaña al poema, porque estaba segura que lo había visto en el blog de Sara, me dí a la tarea de encontrar el poema que se correspondía, y me quedé anonadada en sus versos:

"Inventaré otro impulso imparable,
mientras mis labios igual
jamás se despedirán de los tuyos
para dormitar abrazada a tu horizonte,
pero no me dejes caer de esta nube almibarada
donde sueño que me devuelves a la vida."

Vaya que la devuelves a la vida, y cómo consuelan sus versos.

La imagen es hermosa, parece Sara, que es la naturaleza, danzando en tus versos, danzando en los suyos también, como bien dijo Isabel, una poesía con mucho movimiento.

Hoy no te conformaste con prolongar su poesía, incorporándola en la tuya, o debería decir con vuestra poesía (la de ambos, que ya hasta me incomoda separarlas), sino que además usaste vuestra imagen en perfecta comunión.

Un abrazo enorme.

Yoko-Tomoto
17 de noviembre de 2009, 2:43

Yo admiro a Sara desde vuestra poesía, desde su poesía, desde que escucho al mar cantaros.
En cada árbol que crece a orillas del lago Ness, es ella, siempre ella.

Es en el mar donde habita, en ese vaivén de las olas con "ingenua sensualidad". Imagino que la he visto en la espuma de mar.

Con mucho afecto
Alejandra

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