Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

sábado, 3 de octubre de 2009

Fuga de amor


Como cada día
a las diez de la mañana
repican las campanas
en la Iglesia de San Nicolás.

En la nave central
el órgano solfea una fuga de amor,
y su lamento tubular asciende al Cielo
y estremece a chantres y diáconos.

No hay elegía más triste
para un alma doliente
que los arpegios de esta canción.

Hoy las estrellas desfilan con paso lento y grave,
como en procesión,
formando un cortejo fúnebre que porta sobre sus hombros
el féretro del sol.

Son las nubes plañideras,
con su velo negro y su negro crespón,
y cuando lloran,
llueven lágrimas de arroz.

Éstos son los preparativos para una boda
que nunca se celebró.

El sol está muerto,
¿quién enterrará al sol?

Después de ti no hay nada,
tan sólo un frío soplo que congela los lívidos labios del corazón.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

2 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
3 de octubre de 2009, 16:35

El sonido del órgano, tan peculiar como misterioso, la vida estimado amigo trunca nuestros sueños más bellos, he sentido tu poema con sones de bohemia,como el mismo órgano suena el lamento de tu voz y de tu alma, y el cierre una bofetada de dolor.
Creo que te has comido una "de" en los apregios de esta canción.

Buen fin de semana, Óscar, va mi abrazo.

Marisol
6 de octubre de 2009, 7:51

Me sonó a una marcha fúnebre, una música muy triste. La música expresa muy bien los sentimientos, y el poema, describe muy bien esos sonidos.

Las estrellas desfilando en el funeral del sol, es una imagen que me atrae, delicada y tremendamente triste.

Un abrazo de consuelo, y mi admiración, siempre.

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