Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Estrella que resplandece en el horizonte


Danzo, en Gathas tribalita me ofrezco a ti:
"estrella que resplandece en el horizonte"
'Danzo', Sara Álvarez

Despiertas siempre a mi lado
blanca y fría como la escarcha,
confusa como una presencia intuida al trasluz de las persianas
o el bostezo indolente de las sábanas
cuando un rayo de luz baila en el alféizar
con el canto broncíneo del ruiseñor.

Danzan mis sueños en la falda de tus acantilados
un himno de nenúfares y ranas
con fuerte oleaje de estrellas y espuma de nácar,
y en los ojos un mar glauco de algas
acuna las falúas que titilan como llamas.

No me canso de boyar en el río anchuroso de tus labios
el velero bolero de la palabra amada –Sara–
cuando silabeas la lluvia tempranera de mi nombre
entre pájaros de sol y almíbar.

Una ráfaga de viento atempera tus alas,
otra arrulla tus rayos,
una miríada de hojas se posa en tus cabellos,
despeinándolos,
y arqueas las cejas nefelibatas
como una flecha lanzada al cielo austral.

Eres la estrella que resplandece en el horizonte
cuando el muérdago besa la nieve
y la noche se transfigura en relente
entre briznas de fuego y sed.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

8 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
10 de diciembre de 2010, 17:38

y desde entonces los inviernos son más largos y las noches más frías, pero así y todo le das calidez a todos los versos en que nombras a Sara y está como nunca, como siempre, en el acantilado, esa segunda estrofa es la que más me ha gustado junto con la última y no puedo dejar de destacar"arqueas las cejas nefelibatas".
Sara era una chica soñadora, tal vez por eso ´veas en mi poesía ese intimismo natural de quien habla a solas o en voz alta ( y le da igual) hasta con las nubes, y créeme, las nubes responden.

Un abrazo, Óscar

Anónimo dijo...
10 de diciembre de 2010, 18:10

Muchas veces, luego de leerte, me voy con la sensación, de existirá un amor mas grande que el tuyo...
Será por eso que siempre regreso a tus letras?
Besitos

lunilla
10 de diciembre de 2010, 20:15

Hermoso como siembras tus versos, bellas metàforas que encierran el màs hermoso , puro y tierno amor, de un alma enamorada.Me voy con esa sensaciòn de que el amor nunca muere, a pesar de que a veces, morimos antes nosotros.

Un abrazo Oscar.

Verònica

Tatiana Aguilera
10 de diciembre de 2010, 20:46

Óscar: a veces, muchas veces en verdad, creo que mis sueños por encontrar un gran amor, se funden con los primeros rayos del amanecer; pero cuando te vuelvo a leer, y observar como creas, produces, vives en torno a un recuerdo, me reconcilio con ese gran sueño.
Un abrazo.

Ío
10 de diciembre de 2010, 21:48

El preciosismo de tus versos me deja hoy aquietada en su orilla, desde donde disfruto de la primera estrofa, de todo el poema, hasta llegar a la última, en la todo parece, todo es ella, Sara.
Escarcha.....me gusta mucho esta palabra; sabe a hielo, a invierno...me gusta el invierno
Un beso, Óscar

Ío

Patricia 333
12 de diciembre de 2010, 2:40

Bello Oscar muy Bello

No me canso de boyar en el río anchuroso de tus labios el bolero de la palabra amada –Sara–
cuando silabeas la lluvia tempranera de mi nombre
entre pájaros de sol y almíbar.

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Etarinyeth...
12 de diciembre de 2010, 3:09

Hola Oscar:

Siempre que te leo inevitablemente se renueva en mi la fe en el amor... en ese amor sublime puro y verdadero que todos anhelamos y pocos como tú y tu bellísima Sara han tenido la dicha de conocer...

Gracias porque ahora estoy ciertamente algo triste y leerte me inyecta aliento. Sería una gran necedad no aferrarse a creer que si existe, que si es posible...

Besos.

Marisol
13 de diciembre de 2010, 5:38

Parece que tu creatividad creciera en cada poema, Óscar. Siempre eres original en tus imágenes, a pesar de utilizar sustantivos como el acantilado, que identifican tu poesía y la de Sara en reiteradas ocasiones.
Tus poemas crean una atmósfera en la que se respira el amor incondicional, muy personal, pero que logra transmitirse al lector.
Tus metáforas son delicadas y se suceden en pasajes ordinarios y cotidianos a los que les regalas un significación especial y los vuelves extraordinarios, como en :
'confusa como una presencia intuida al trasluz de las persianas'
Otras tantas son representaciones del mundo poético en el que fantaseas, y al que nos llevas a recorrer de tu mano.

'cuando silabeas la lluvia tempranera de mi nombre'

'No me canso de boyar en el río anchuroso de tus labios'

También me gustaron el 'velero bolero' y 'arrulla tus rayos'

Un gran abrazo.

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