Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Saltando charcos


Caminas bajo la lluvia
sin paraguas ni capuz
saltando charcos
como si pintaras un crucigrama en el arco iris.

Patinas sobre azulejos de nubes,
te ovillas en espirales de musgo,
cabalgas sobre delfines con aletas de espuma,
recortas tu perfil de grulla contra la luna
y desapareces entre jirones de niebla
en bosques de coníferas
donde el sol reverbera
en las hojas pecioladas
con ese rocío ambarino
tan parecido a la miel.

Dime,
¿acaso los sueños no son las lágrimas escritas en las hojas susurrantes del viento
cuando abres la boca y bebes agua de lluvia?

Nunca te dije que los días de lluvia eran la excusa perfecta para perdernos en la estrechez del paraguas, pero tú igualmente lo sabías y te abrazabas a mí.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

9 comentarios:

Ío
13 de diciembre de 2010, 17:15

Que preciosidad de poema, Óscar¡¡¡
Me encantó lo que imagino al leer "pintar crucigramas en el arco iris"
y las espirales de musgo..... y los azulejos de las nubes, y ....
"Dime,
¿acaso los sueños no son las lágrimas escritas en las hojas susurrantes del viento
cuando abres la boca y bebes agua de lluvia?

Nunca te dije que los días de lluvia eran la excusa perfecta para perdernos en la estrechez del paraguas, pero tú igualmente lo sabías y te abrazabas a mí."

Estos versos son de una belleza extrema¡¡¡
Exquisito poema, amigo mío
Un beso

Ío

Tatiana Aguilera
13 de diciembre de 2010, 17:47

¿Es necesario hablar de poesía, cuando el momento en si mismo lo es?, no, y ella lo sabía. Basta con dejar que las gotas prolonguen el goce en el cuerpo, y que el paraguas sea, un silencioso cómplice entre los amantes...
Tus escritos son pétalos de perfección, bocados que se degustan con emoción.
Un abrazo Óscar.

Anónimo dijo...
13 de diciembre de 2010, 18:36

Nunca te dije que los días de lluvias son la excusa perfecta para llorar...
Besos desde el otro lado del charco.

lunilla
13 de diciembre de 2010, 21:28

tierno, dulce, arrullo, que deja la sonrisa coruscante, hermoso todo lo que escribes
un abrazo Oscar

Veronica

Isabel Moncayo Moreno
13 de diciembre de 2010, 21:39

Cuánta ternura emana todo el poema, Óscar, ya la imagen "travitierna" y ya ese paraguas donde se cobija el amor de esa lluvia que hoy has dejado en estas metáforas donde apetece realmente que llueva.

un abrazo

Etarinyeth...
15 de diciembre de 2010, 6:45

Divino amor y divina nostalgía, las que anidan en ti, tus recuerdos y tu corazón para crear tan bellos y estremecedores versos.

Un abrazo grande!

Mayte S.
15 de diciembre de 2010, 15:59

Por la frase final vale todo... leerte es entender que las pequeñeces hacen inmenso el sentido de creer y querer seguir soñando...soñando con veracidad.

Atrapas por esas pequeñeces que significan tanto y les das el significado exacto.

Saludos desde mi esencia.

Anónimo dijo...
17 de diciembre de 2010, 17:53

Y sigo encantada con tus bellos poemas, esa nostalgia tan delicada, tan hermosa, no sabes cómo me ha fascinado ese paisaje de arco iris y nubes.

Un besito.

Marisol
18 de diciembre de 2010, 5:13

Tus imágenes son brillantes, resplandecen. Tu imaginario poético me abstrae a mundos de fantasía como al pintar crucigramas en el arcoiris o 'cabalgas sobre delfines con aletas de espuma'
También tiene esa ternura inocente que sólo el amor inspira:
'con ese rocío ambarino
tan parecido a la miel.'
Beber el agua de la lluvia habla de la belleza de la sencillez.
Haces magia con tus versos, Óscar.
Un gran abrazo.

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