Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Flores de diciembre


Cuando llueve te deslizas como una gota fría por mi espalda
arrancándome un temblor de párpado,
un gemido apagado,
y recorriéndome el espinazo, en interminable procesión de hormigas,
un escalofrío.

Siento cómo la flor de mi poesía se marchita sin tu soplo,
sin el rocío asperjado de tus lágrimas, sin tu próvido aliento
–unas veces feble y quedo, otras veces inflamado y enardecido–.
Lentamente mi plectro se deshace en polvo y cenizas
como un cadáver embalsamado de silencio
y de palabras inanes, vacuas, muertas.

Mis versos,
como las flores de diciembre
que crecen bajo el suelo,
brotan en la oscuridad,
ocultos, ignorados,
a resguardo de la luz
que socava los misterios.

Siempre queda un hoyo en el alma
al arrancar las raíces de la tierra.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

8 comentarios:

Cynthia f. Busca
5 de diciembre de 2010, 18:27

Hola Oscar...inevitable el vació....que viaja mas allá de toda posibilidad....tus versos.. cada uno de ellos...es un gemido, un lamento,una agonía, y guardan el mejor de los recuerdos..te dejo un humilde verso...de amores eternos que van mas allá de fronteras tangibles .. o no..

Mientras siga latiendo el corazón en mi pecho…

la poesía siga rugiendo en mis entrañas…

los mares no se sequen

y siga brillando el infinito…

Te amare.

Desde las ruinas de mi mente,

a los escombros de mi vida,

De mis ilusiones rotas,

a tu oscura y silenciosa huida,

Desde el eco de mi cuerpo,

hasta el borde de mi pluma,

En silencio y sin hablarte,

Sencillamente… te amare,

Te abrazare sin brazos,

te besare sin labios,

te mirare sin verte,

Silenciosa y quieta… te amare.

Me veras en las olas, que llegan a tus mares,

En el trino de las aves,

al principio y final de tu camino,

En una nueva poesía,

o en el trazo de estas líneas,

En lo profundo de tus sueños,

y aunque nunca lo percibas…

Te amare

Mientras hilvano un abecedario,

Mi mano lenta,

roba la virginidad de un cuaderno,

entre gemidos y lamento,

susurrándole a los vientos,

Que aunque el sol y la luna dejen de existir,

el mundo deje de girar,

nos separe, el cielo o el océano,

cuando me pienses, estaré,

cuando me nombres, viviré,

cuando me extrañes, volare.

Sin que puedas evitarlo,

Con pasión, locura o equilibrio,

TE AMARE…

perdón por tanto atrevimiento...solo quise dejar un gesto de amor en tu casita virtual..
besos cynthia

Tatiana Aguilera
6 de diciembre de 2010, 1:08

Óscar:
La tierra queda vacía cuando se le extraen raicillas, un tronco poderoso, y semillas que lo han fertilizado... Tu amor es tan intenso, que traspasa la frontera de lo conocido.
Un abrazo.

Ío
6 de diciembre de 2010, 14:07

Me gustan mucho los poemas que hablan de lluvia, como este y otros tuyos; me confieso enamorada de ella, y de tus últimos versos, las dos estrofas, tercera y cuarta, sin duda muy hermosa las imágenes que siento, me huelen tus versos a hierro en la boca, será la sangre, que aunque no está en el poema, sí sé que te falta, creo.
Los hoyos en el alma.....magnífico¡¡¡
Un beso, Óscar

Ío

Anónimo dijo...
6 de diciembre de 2010, 18:44

Hoyos en el alma y el perfume de la flor que vive en tu mente.
Besos

Isabel Moncayo Moreno
7 de diciembre de 2010, 16:08

Ese gemido apagado me ha sonado al terminar de leer el pomea a gemido interminable, es un poema oscuro y triste, fíjate en la sencillez del título, a mí me ha gustado mucho, así como destaco siempre esa habilidad que tienes para vivificar las imágenes con tus buenas descripciones como ese escalofrío de la primera estrofa.

Marisol
9 de diciembre de 2010, 5:19

Es un poema desgarrador, que provoca un escalofrío. Tu amor es muy grande, Óscar, y se sufre con la misma intensidad con la que amamos.

Me encantó ese 'temblor de párpado', también la pulcritud y delicadeza de tus imágenes:

'Siento cómo la flor de mi poesía se marchita sin tu soplo'

La claridad de tus metáforas:
'como un cadáver embalsamado de silencio'
'Siempre queda un hoyo en el alma
al arrancar las raíces de la tierra.'

Tu contundencia.
Aunque no creo que 'la flor de tu poesía' se esté marchitando, tu poesía florecerá mientras sientas el amor y a Sara que son uno.
Un gran abrazo.

Patricia 333
12 de diciembre de 2010, 2:32

Siempre queda un hoyo en el alma
al arrancar las raíces de la tierra.

Un Abrazo , con cariño
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Liz Flores
22 de enero de 2011, 8:19

A mí también me ha calado ese 'gemido apagado' pues reconozco su sonido agudo. La segunda estrofa es inmensa. El cierre triste, pero certero. Ese hoyo en el alma es imposible de llenar, creo.

Es increíble cómo tu poesía, en un momento, me hace sentir tantas cosas.

Bello poema, Óscar.
Un fuerte abrazo.

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