Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Off the record











Tu poesía es una invitación al beso,
una orgía de colores,
un deleite de los sentidos,
y al leerte yo me siento como Tántalo
o el tonel de las danaides,
impotente, frustrado, vacío;
es como estar rodeado de agua
y no poder beber,
o no encontrar mejor abrigo para el frío
que el frío de tu piel.

Me engañó el sofisma del reloj
con su tictac renuente
y la onomatopeya de un beso.

Desperté de un sueño tangente
como un iracundo dios de los truenos
golpeado por una descarga eléctrica.

Todo ha muerto:
el acrobático despertar del sol tras la montaña,
la quiromancia de las gotas de agua en el alféizar,
la prestidigitación de tu último beso en mi mejilla,
el súcubo de la carne que tremola.

Ya no escucho la música lenta de tus manos
galopar por mi cuello con un sifón de caricias,
ni el tumulto de los labios que destejen la bruma
como hélices granates.

¿Recuerdas cuando me arropabas en la finta
de tus muslos con la piel de cabritilla para que salteara
pingües besos con el ardid de mi lengua?

Todo ha muerto,
y la nieve lo cubre todo,
desde el arco de las cejas
hasta el blanco de los ojos.

Todo ha muerto,
y mi corazón es un sofá en el desierto
–desubicado, baldío, árido, roto, seco–,
pues el amor no mata si no muere
y pensarte es como hablar off the record.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.


4 comentarios:

Gloria Reyna
22 de septiembre de 2011, 14:36

Muy bello tu poema. Llega, se siente dentro.
Gracías por contestar a mi nota, quedo tranquila y odiando a la informática. No encontraba ningún motivo pero estaba desconcertada ya que era el tercer o cuarto comentario que intentaba dejar.
Un abrazo

Isabel Moncayo Moreno
22 de septiembre de 2011, 15:18

Me ha gustado mucho la entradilla que haces, me parece muy tierna y romántica, el poema sigue con la misma buena armonía, aunque envuelto en esa tristeza tan tuya. Tú me has hecho tirar del diccionario también , pingües tampoco viene en el drae, finta, sí.

Un abrazo, Óscar

Tatiana Aguilera
22 de septiembre de 2011, 21:10

"Y mi corazón es un sofá en el desierto", que fuerte es ésta imagen. Un mueble diseñado para el reposo y descanso de los huesos, habituado a recibir el calor de los cuerpos. Se encuentra extraviado y perdido en el desierto, ésto me hace sentir una profunda y angustiosa soledad...Con lo leído, la nostalgia se rinde a tus pies Óscar, el poema fue escrito en lo que dominas, una exquisita tristeza.
Un abrazo maestro.

Marisol
24 de septiembre de 2011, 1:10

Me gustó desde la introducción, que trae a colación el mito de Tántalo y esa sed insaciable. También me gustó particularmente ese #no encontrar mejor abrigo para el frío que el frío de tu piel."
Luego el poema es de una tristeza muy marcada.
Algunas imágenes se me presentan verdaderos tesoros:
"un iracundo dios de los truenos
golpeado por una descarga eléctrica." o
"el acrobático despertar del sol tras la montaña"
El final es doloroso.
Un gran abrazo

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