Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

martes, 27 de septiembre de 2011

The Tree of Life




¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,
Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
Libro de Job

Regresas siempre, tú, melancolía,
Oh dulzura del alma solitaria.
Hasta el fin se consuma un día dorado.

Humilde, con paciencia, ante el dolor se pliega,
Sonando de armonías y de dulce locura.
¡Mira! ¡Ya se hace de noche!

Vuelve otra vez la noche, un mortal gime
Y otro comparte su dolor.

Temblando bajo estrellas otoñales,
Cada año más se inclina la cabeza.
En un viejo álbum, Georg Trakl

La medida del amor es amar sin medida.
San Agustín


Si me preguntaran quién es para mí el mejor poeta de todos los tiempos, respondería sin dudarlo: Terrence Malick. Y si me preguntaran de quién he aprendido más poesía, respondería asimismo: Terrence Malick. Si quieren saber por qué, vean estas imágenes del cosmos rodadas con cámaras Phantom de alta velocidad. Enanas blancas, supernovas, nebulosas, quásares, púlsares, explosiones, erupciones... La vida se crea con el abono de la muerte. La semilla de la Belleza es la violencia, una violencia estroboscópica, una mitosis de fuegos y colores. 

The Tree of Life es la última obra de arte de este hombre sabio, y sería una pieza de museo si no fuera porque las obras que se exponen en un museo están muertas, mientras que el árbol de la vida está y siempre estará vivo. 

El ser en el tiempo y los tiempos del ser (DaseinHeidegger). El milagro de la creación. El origen de la vida y del universo. La crueldad y la belleza de la Naturaleza. La piedad. Un diálogo con Dios, una súplica fervorosa, eso es la poesía (pero poesía también es el milagro de lo cotidiano). Y no me entiendan mal, Dios está en ese rayo de sol que juguetea entre las hojas verduscas de un árbol, en el rocío que empapa la hierba o en una bandada de pájaros; un Dios panteísta que todo lo abraza y todo lo comprende, un Dios holístico o un ateísmo místico.

La música que se escucha en la secuencia de El árbol de la vida es el Réquiem de Zbigniew Preisner, Lacrimosa. Una experiencia que trasciende los límites del lenguaje cinematográfico para convertirse en paz del espíritu y remanso de bondad. Trascendente. Conmovedor.

La poesía coral de Malick es mi Shangri-La.

2 comentarios:

Tatiana Aguilera
27 de septiembre de 2011, 23:21

Un director de cine como tu máximo exponente literario ¡vaya!, pensé que tenías algún escritor especial entre tus gustos; pero bien, admiras la magia que cautiva en cada escena y eso es sublime poesía en las imágenes.
Un abrazo Óscar.

Marisol
3 de octubre de 2011, 5:53

No me sorprende que ahora nos hables de cine en tu blog de poesía, porque hay cine como éste que es poesía en su estado más puro.
Las imágenes que presentas son impactantes, me he sentido tan insignificante al ver la inmensidad y perfección del universo, esa belleza que duele.
Te cito " La vida se crea con el abono de la muerte. La semilla de la Belleza es la violencia, una violencia estroboscópica, una mitosis de fuegos y colores. "
Gracias por introducirnos a ese cine que admiras.
Un gran abrazo.

Publicar un comentario