Fuego en las entrañas
Saltan chispas de la fragua,
chispas y brasas candentes que atezan la frente cansada de Vulcano,
chispas que cojean como manzanas que un día fueron arrancadas a edad temprana del árbol,
promesas que murieron antes de nacer,
abortadas,
y sueños en agraz tallados por el silbo de un fauno silvestre.
Baila el yunque con las llamas
la tarantela,
y el metal se ablanda,
como se ablandan las ascuas bajo mis pies
cuando oigo la llamada del Wendigo.
Así se forja el Amor,
a golpe de martillo
y con fuego en las entrañas,
que el Amor, ni aun después de muerto, queda frío.
Tus cenizas hienden las aguas y abren camino.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
2 comentarios:
El dolor de amar, a golpe de martillo. Solamente a ti se te ocurriría, y es comprensible, porque no sé si alguna vez a alguien, le haya dolido amar, tanto como a ti.
El fuego, tiendo a relacionarlo con el dolor, ahora un poco más.
Los dos últimos versos son los que más me han gustado.
Un abrazo infinito.
No, no lo hagas, no escuches esa llamada a las profundidades, Óscar, no siempre el amor es tan doloroso como te ha tocado vivir, estoy de acuerdo Marisol, te ha tocado vivir el amor en y desde el dolor, cuando siento las imágenes ( como la de la segunda estrofa) tan descriptivas en su desolación, quisiera poder tener la palabra adecuada, quisiera poder hacer algo más que dejar una palabra de ánimo, y es lo único que puedo hacer, desearte ánimo.
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