A solas con tu voz
A veces me descubro hablando solo,
sólo con tu voz
y a solas con el fantasma de tu Eterna Tristeza,
y la modulo para conseguir tu mismo timbre y tono
–es como girar el dial en busca de esa señal que reverbera en las profundidades del alma, con una longitud de onda que provoca efecto Doppler en la memoria–,
como si tu nombre me naciera en la boca del estómago
y me subiera por la laringe convertido en vórtice de fonemas.
Cómo obliterar tu voz débil y macilenta,
porosa de dolor y apenas audible,
en aquella conversación que habría de ser la última
–¡por Dios, cómo iba yo a saberlo!;
te hubiera querido decir tantas cosas que ahora me oprimen–
Quiero pensar que el último te quiero aún no ha sido dicho entre nosotros,
y que el Amor puede silenciar los labios de la Muerte con un dedo admonitorio.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
4 comentarios:
Conmovedor desde el título
Cómo obliterar tu voz débil y macilenta,
porosa de dolor y apenas audible,
en aquella conversación que habría de ser la última
–¡por Dios, cómo iba yo a saberlo!;
te hubiera querido decir tantas cosas que ahora me oprimen–
Consigues llevar al lector a compartir tu pérdida, o la que todos hemos vivido de alguna persona amada, esa misma pregunta ha de ser una de las más dichas en el mundo. Compartes tus momentos de dolor, tan íntimos,y de una forma como siempre tan expresiva, que es difícil no inmiscuirse en tu dolor.
Un abraz, estimado amigo, Óscar
Bienvenido a mi blog desde el blog de Isabel, ha sido una gran satisfacción para mí, el haberme encontrado con tu bonita huella, y puedes volver siempre que quieras, estaré encantada de recibirte.
Veo que escribes muy bien, con profundos sentimientos, transmitiendo mucho amor, y mucha sensibilidad, me ha encantado haber estado aquí, y voy a pasar páginas para atrás para ver algo más tu bonito blog.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Hablar solo... Me ha pasado alguna vez, sólo que yo no logro modular la voz que extraño. Las acotaciones son precisas, imprescindibles. La segunda estrofa es la que más me gustó, por la pasión con la que fue escrita, sin desmerecer a las demás.
El efecto Doppler en la memoria, me parece que merece mención a parte, qué ingenio el tuyo.
Un abrazo infinito.
"Quiero pensar que el último te quiero aún no ha sido dicho entre nosotros".... ojalá siempre tuviéramos tiempo para otro te quiero... y además, poder corresponderlo con otro...
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