Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Brindis de labios




Atardecer con un brindis de labios
nutrido desde el temblor de una mirada

'Atardece en tus labios', Sara Álvarez


Tu boca me insinúa un brindis de labios,
sinuoso como una pluma que cort(ej)a el agua,
(beso-pluma)
espir(y tú)al como la lengua de las mariposas,
trompeta de rapsodias,
y al besarte,
es como si Hebe me ofreciera su copa de néctar
y yo bebiera hasta saciarme
del cuerno de la abundancia.

Entonces,
sin poder evitarlo,
esbozo una lágrima suicida en la balaustrada de los ojos
sintiendo el vértigo de la caída,
y, mareado, grabo una muesca con tu nombre
en la bala que aún guardo en la retina.

Y tu voz resuena en mi cabeza como un beso amartillado.
(beso-bala)

Bésame,
y seré azor en el azur de tu cielo.

Bésame,
y grabaré mi escudo de armas en tu heráldico pecho.

Bésame,
y plantaré nuevos brotes en tu árbol genealógico,
esquejes de esperanza.

Bésame,
y me haré delfín en el remolino de tus muslos,
glauco como un mar de algas,
y sublevado, como el musgo.

Cuando tiembles,
elongaré mis ebúrneas alas
para envolverte
en la longanimidad de un abrazo marfileño,
y serás un cisne negro
sin canto postrero
en la matriz del universo,
y serás un hontanar de poesía
en el roquedal de mis huesos.

Éste será nuestro mesmerismo de amor en la hipófisis hipnosis del beso.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
23 de noviembre de 2009, 17:05

Hermoso brindis, Óscar, me encanta la primera estrofa, preludio de toda una sucesión de bellas imágenes cargadas de sensualidad y sensibilidad, no sabría qué destacar, pero destacaré la súplica del beso:
Bésame,
y seré azor en el azur de tu cielo.

Bésame,
y grabaré mi escudo de armas en tu heráldico pecho.

Bésame,
y plantaré nuevos brotes en tu árbol genealógico,
esquejes de esperanza.

Bésame,
y me haré delfín en el remolino de tus muslos,
glauco como un mar de algas,
y sublevado, como el musgo.

La imagen, también me parece muy acertada, Hebe, de Laccataris, Diosa de la juventud.


Un abrazo mi querido amigo Óscar y gracias por escribir Belleza.

Anónimo dijo...
23 de noviembre de 2009, 19:08

Excelentes letras.

Yoko-Tomoto
24 de noviembre de 2009, 6:35

Sonrío, el vino más afrodisíaco proviene del ser amado, donde es a los labios el elixir del amor en ese pacto sublime como lo es el beso.

Excelso brindis apreciado amigo, es ahora que levanto mi copa a vuestra salud. De los placeres de la vida es la degustación que mantiene en deseo el sentido de la pasión. Hermoso.

Con aprecio
Alejandra

Clara Schoenborn
25 de noviembre de 2009, 23:52

Guau Óscar. Me dejaste seca y sin palabras y también rebelde y rabiosa frente a la vida que termina de un tajo con lo bello. Un abrazo.

Marisol
30 de noviembre de 2009, 3:57

La cita inicial de Sara es de alto vuelo poético, tenía que inspirar un poema así.

El 'beso-pluma' y el 'beso-bala' me encantaron.
La paronomasia en
'Bésame,
y seré azor en el azur de tu cielo.'
es eufónica.
Luego me pareció muy tierna esta estrofa
'Bésame,
y plantaré nuevos brotes en tu árbol genealógico,
esquejes de esperanza.'
Qué decirte, si me dejas sin palabras.
Mi admiración, siempre y toda.

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