Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La umbilical caricia del llanto


Me abanicas con alas de libélula
cuando el esplín se contonea en serpentinas de fuego
por la cúpula del sueño,
y ya no temo a la tristeza,
porque la conozco y no es tan fiera,
y si antaño fue enemiga,
hoy es fiel compañera.

¿Quién dijo que del carillón de la lengua sólo salen gritos perdularios?

Me abrazas sin reservas
con la umbilical caricia del llanto
de un bebé recién nacido
–letífico vagido para mis oídos–
y renazco convertido en un poema-paloma-amapola
en el útero de tus versos,
dentro de una imponente esfera.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

4 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
20 de noviembre de 2009, 14:06

"Me abanicas con alas de libélula" se siente el cariño Óscar, el amor que sopla entre líneas, y por encima y por debajo y palabra a palabra, la tristeza no es mala compañera, tienes razón, yo tampoco la siento fiera, es simplemente eso, un estado de ánimo que hace luego responder mejor cuando las vida sonríe.
La imagen me ha conmovido muchísimo, y ciertamente el llanto de un niño recién nacido nos renace de alegría y vida, me ha encantado cómo lo has llevado al útero de sus versos, estoy segura que Sara hubiera sido una mamá maravillosa, al igual que tú, lo serás seguramente, porque todo es amor, incluso en esa tristeza, todo es amor.

Un fuerte abrazo Óscar, que tengas un buen fin de semana.

Yoko-Tomoto
21 de noviembre de 2009, 16:38

"y ya no temo a la tristeza,
porque la conozco y no es tan fiera,"

Yo podría interpretaros mal, pero apreciado poeta es acaso que vuestras letras me saben hoy a esperanza. Como si fuese Apolo el que reluce hoy;

"umbilical caricia del llanto
de un bebé recién nacido".

"y renazco convertido en un poema-paloma-amapola en el útero de tus versos,"

Amigo que ese sentimiento os embargue en plenitud, que vuestra dama y vos renazcan en cada alborada de ahora en una eternidad.

Con mucho afecto
Alejandra

Clara Schoenborn
22 de noviembre de 2009, 3:40

Espléndido poema Óscar. Ese último párrafo compendia con excelsas imágenes, la razón de ser del poema gestado en la tristeza, su profunda misión de consuelo. Abrazos para ti.

Marisol
23 de noviembre de 2009, 6:46

Las 'alas de libélula' que tanto le gustaban a Sara, es una expresión que disfruto muchísimo, las has usado en este poema, uno de los que más me han gustado de ti.
Tierno hasta la médula, conmovedor; la imagen es una excelente compañera del poema.
Otra verso que me gustó muchísimo es 'la umbilical caricia del llanto' tan bien elegido como título.
Me alegra sobremanera que 'ya no le temas a la tristeza' y sobre todo lo que dejas claro en 'renazco convertido en un poema-paloma-amapola en el útero de tus versos'
Las aliteraciones son bellísimas, de un carácter sublime diría.
Mi admiración, toda y siempre.

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