Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 26 de abril de 2010

El cónclave de las estrellas


El sol florece en la miel de tus ojos
cuando la prim–ave–ra extiende sus alas
por el ópalo incandescente del ocaso.

Me besas,
y avisto luciérnagas en el cónclave de las estrellas.
Me besas,
y acuno amapolas en tu vientre sahumado.

¿Cómo elucidar el parvo misterio de las golondrinas,
si hiciste tu nido en la elipse de mis brazos?

Si tú me lo pidieras, sería pecado
procrastinar un beso en la abadía de tus labios.

El cielo sangra
y los sueños se dispersan como nubes descastadas
al caer muerta la noche
por el puñal de la madrugada.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
26 de abril de 2010, 16:40

Lo ves? cómo te dije en el poema anterior Sara está por doquier en tu poesía, qué hermosa fusión logras.

Me ha encantado la primera estrofa, con esa prim-ave-ra de vuelo incluída, y la segunda también donde reconozco su voz en tu voz, a tu manera, bella manera.

"procrastinar un beso en la abadía de tus labios"

en la abadía de tus labios, si lo lees en alto, ahhh suena divino y si sigo destaco todo el poema, porque todo me parece destacable, aunque el cierre me ha resultado doloroso, pero no inesperado, nos dejas volar para luego, zas.

No me cansaré nunca de decirlo, me encanta tu poesía, Óscar, un abrazo

Clara Schoenborn
27 de abril de 2010, 1:47

Tus poemas tienen una musicalidad particular que transporta a un mundo de ensueño y del cual se sale siempre con una lágrima lacerante. Hay mucha belleza en la forma como enlazas esos términos. Un abrazo fuerte amigo.

Yoko-Tomoto
27 de abril de 2010, 6:35

Cuánta belleza brotan de vuestros versos a vuestra amada, ella vive llena de fertilidad, de amor, de vida entre vuestra poesía.

Me gusta mucho porque me hace percibirla tierna, sensible e incluso traviesa... algo, alguien tan pura que hasta un beso debe ser tan delicado como el cristal fino que refleja el eclipse de vuestro brazos entorno a ella.

Imágenes como "Me besas,
y acuno amapolas en tu vientre sahumado."
y "procrastinar un beso en la abadía de tus labios." me han parecido literalmente deliciosas entre otras.

Muchas gracias por vuestros comentarios a mi poesía, yo soy feliz de saber que puedo aprender de vos, muchas gracias.

Con mucho aprecio y admiración
Vuestra Yoko

Lisset Vázquez Meizoso
28 de abril de 2010, 6:15

Casi me parece que la conozco a través de tus versos, casi puedo veros...dando un paseo en uno de esos atardeceres de primavera y tú... robándole un beso. Me encanta. Un abrazo.

Marisol
7 de mayo de 2010, 17:28

He querido destacar la primera estrofa entera, los recursos retóricos son abundantes, y las imágenes, me transportaron.
'El sol florece en la miel de tus ojos
cuando la prim–ave–ra extiende sus alas
por el ópalo incandescente del ocaso.'

La segunda estrofa, es una composición bellísima de la poesía de Sara en tus labios, las luciérnagas, el vientre, las amapolas, se han unido tanto sus espíritus que ahora me parece inseparable tu universo poético del de ella.
Las elipses también están presentes en tu poesía, pero los nidos me traen a Sara a la memoria.
La cuarta estrofa es inobjetable:
'Si tú me lo pidieras, sería pecado
procrastinar un beso en la abadía de tus labios.'
Precisa y preciosa, inclusive, como ya dijo Isabel, por esa eufonía que alcanza hacia el final.
El cierre no es mucho menos bello, y es que tampoco se puede separar tu poesía de tu carácter melancólico, en un grito desgarrador que hiere, mata y desangra.
Sencillamente hermoso.

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