Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

martes, 20 de abril de 2010

La hemorragia del beso


Esta noche los ojos de la virgen exudan sangre
y la cicatriz de nuestras bocas
se cose con ...... de pasión.

Si me convocas, sacrificaré amapolas en el altar de tu pubis
e inmolaré mi apóstrofe en su cárdena sonrisa
cuando tus labios apelen a la verticalidad de mi nombre.

La noche es alba en la cuña de los muslos
y se yergue elata sobre el sagrario de Venus,
los párpados caen rendidos por el sueño,
la piel resuella exánime, conteniendo el pálpito,
y las flores entonan su íntimo adiós
a los pétalos que nunca se abrieron,
al perfume que nunca eclosionó.

No hay apósito que restañe la hemorragia incontenible de este beso, mi Amor.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

6 comentarios:

Cita Franco
21 de abril de 2010, 9:17

Pero bueno pero bueno! que sugerente... me ha gustado mucho... hoy no me pongo triste! jejeje

Besos

Cita

Isabel Moncayo Moreno
21 de abril de 2010, 14:21

No creo que sea la primera vez que te digo que tu poesía es visual, un poema místico-erótico, donde la súplica de la entrega está llena de deseo.

La noche es alba en la cuña de los muslos
y se yergue elata sobre el sagrario de Venus,
los párpados caen rendidos por el sueño,
la piel resuella exánime, conteniendo el pálpito,
y las flores entonan su íntimo adiós
a los pétalos que nunca se abrieron,
al perfume que nunca eclosionó.

Destaco esta estrofa pues no puedo dejar de deleitarme en la belleza de las metáforas, en essa idealización y exaltación que haces del amor sensual y apasionado y que a mí tanto me atrapa..

Me ha encantado, Óscar, un abrazo

Clara Schoenborn
22 de abril de 2010, 2:52

Es un bella ensoñación, tal vez en el segundo antes del sueño, un deseo corporal que calla ante la ausencia. Excelentes imágenes, fotográficas y vívidas. Un abrazo.

Fausto
22 de abril de 2010, 16:51

Ese sabor que dejas a la pasión y erotismo me ha gustado, es un momento adornado y justo a la talla perfecta de quien lo pueda vestir.

Esta parte ha llamado mucho mi atención:
"...y la cicatriz de nuestras bocas
se cose con ...... de pasión."

Para los que alguna vez han tenido una cicatriz como esa, entenderán.

Yoko-Tomoto
23 de abril de 2010, 5:33

Me gusta leer a un hombre apasionado. Considero Óscar que en este poema desglosas de manera pasional las metáforas de un amor de ensueño, un deseo que vive en vuestros pensamientos tan vividos que delinean de forma sublime al amor, la hemorragia del mismo sobre el papel.

Me ha gustado mucho
Con mucho aprecio
Clavel Rojo

Marisol
23 de abril de 2010, 19:27

Aquí encuentro referencias de una vívida sensibilidad para la belleza, los versos se imprimen con fuego.
Te leo cada vez más pasional, 'la sangre', 'la hemorragia'... aunque también hay una alusión religiosa con los 'sacrificios', los 'altares', el 'sagrario de Venus', es clara la intención de endiosar al amor.
Me han invadido unas ganas infinitas de romper en aplausos. Eres grande, Óscar.
Un gran abrazo.

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