Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

miércoles, 28 de abril de 2010

Lente deformada


Todo se ve borroso en la niebla delusoria.
Es como mirar a través de una lente deformada
o de un ojo de pez.
Las vías de tren se ensanchan,
los árboles se inclinan a los lados
–ebrios de sueño, escorzados de otoño–
y la avenida apaisada ofrece un paisaje de sombras, hojas muertas y ahorcados.

No sé descifrar la punción del ocaso en la médula del alba,
el zigzagueo de la lluvia en la ventana
o el algoritmo de tu ausencia.

Y es que para escapar de ti no basta con remendar besos
con parches de lujuria
o destilar lágrimas en el alambique de la soledad.

Me paseo sobre la corriente eléctrica de un cable
sin miedo al rayo o al vacío,
y así, suspendido en la pérgola del viento,
te observo cual cuervo que grazna versos sobre un poste de telégrafo,
tan inaccesible como el agua de los cactus.

Te hablo,
y las nubes callan con el estruendo silencioso de la pluma
en el despertar de las libélulas.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

6 comentarios:

María
28 de abril de 2010, 17:07

Distintas visiones de cada uno, distintas perspectivas, aunque a veces la niebla no deja entrever la luz.

Saludos.

Liz Flores
28 de abril de 2010, 17:15

Y es que cuando más se escapa del recuerdo de la persona que amas, más frío se siente el abrazo de la soledad y esa incertidumbre que ronda los pensamientos acaba por pintarnos panoramas sombríos ante los ojos y el alma.

Me encantó la imagen de los árboles ebrios, y estos versos:

"No sé descifrar la punción del ocaso en la médula del alba"

"Te hablo,
y las nubes callan con el estruendo silencioso de la pluma"

Siempre bella tu poesía Óscar. Da gusto leerla.
Saludos

Isabel Moncayo Moreno
29 de abril de 2010, 14:59

Cuando te leo estos poemas, así de desalmados y desperanzados, siento que traspasas los límites del vacío y de la soledad.

me ha encantado el siguiente verso:
-ebrios de sueño, escorzados de otoño– por algo lo has encerrado entre guiones..

Un abrazo mi estimado amigo.

Clara Schoenborn
29 de abril de 2010, 22:48

A medida que se te lee, cada uno de tus imágenes van asentándose cuidadosamente como en un anaquel de sentimiento y hoy, has dejado para el final la más bella. Ese verso final me ha fascinado. Un abrazo Óscar.

Yoko-Tomoto
2 de mayo de 2010, 19:55

Este poema vuestro me ha hecho reflexionar sobre varios aspectos donde se vislumbran escenarios diversos que reflejan esa opresión a un deseo con una nostalgia indescriptible.

En ocasiones faltan las palabras para expresar lo que se quiere y sin embargo es más lamentable no tener un ente con quien compartirlo, aunque fuese solo en silencio.

Solo podría hablar de un detalle que difiere conmigo, vos sabe aquello que os hace falta, vos lo reconoce e incluso lo observa en el deslice de vuestra pluma. Lo mío juega con la memoria sin poder aterrizar en el sentimiento exacto.

Ánimo estimado amigo y poeta
Vuestra Alejandra

Marisol
11 de mayo de 2010, 7:18

Estoy un poco molesta, puesto que se me ha borrado el comentario en el momento de publicarlo, pero trataré de hacerlo parecido, aunque la segunda vez no suene tan espontáneo.
Tu poesía, Óscar, puede hablar sobre el mismo tema, sin redundar jamás. Tus poemas son tan diferentes como parecidos, por nacer del mismo dolor, pero distanciarse en su desarrollo.
La estrofa que más me ha gustado es:
'No sé descifrar la punción del ocaso en la médula del alba,
el zigzagueo de la lluvia en la ventana
o el algoritmo de tu ausencia.'
Es un placer leerte.
Un gran abrazo.

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