Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Acaso el ocaso


¿Qué es ese profuso resplandor
que oscila en el cenotafio de los ojos
como una elegía de flores sin cabeza?

¿Será el horizonte de nuestras frentes
agotadas de blasfemias
o acaso el ocaso en tu mirada?

Ni la núbil amapola,
ni el velero de la tarde,
ni la fúlgida caricia de la luna en argénteos estanques
son invulnerables a las asechanzas del tiempo.

La muerte barre el serrín de los cadáveres
con el esmero de un jardinero
que arranca las malas hierbas del tiempo.

Ven, abrígate con mis palabras,
que afuera hace frío y tiritas de nostalgia.
Hoy llueve tanto que hasta las estatuas pueden llorar.
A veces el único refugio para la soledad
es la soledad.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

10 comentarios:

Ío
15 de septiembre de 2010, 17:11

Supongo que eres consciente del dolor que me abraza cuando te leo.
Después de leer me silencio
Un beso, Óscar

Ío

Patricia 333
15 de septiembre de 2010, 18:07

A veces el único refugio para la soledad
es la soledad.

A veces si , pero en mi caso ese refugio se volvió pura Soledad que fue necesario ya no refugiarme mas y salir de el ........

Un abrazo Oscar , es increíble como me gusta venir a leer tus poemas , es como si me faltara el aire al venir y leerte me lleno de el

No me hagas caso soy un ser medio raro ,solo yo me entiendo ....

NVBallesteros
15 de septiembre de 2010, 18:11

Recorre mi sentir cada una de tus palabras, me siento ciega de dolor, llueve polvo de ausencia...Día de soledad embriagada de recuerdos....Te puedo decir mil cosas de las que me haces sentir cada que te leo...No te puedo decir que siento tu dolor seria una gran mentira pero el latido de mi corazón se entre teje con tus lágrimas....Te dejo un gran abrazo

Liz Flores
15 de septiembre de 2010, 23:23

La última estrofa es preciosa y muy acogedora si puede decirse. Pareciera que cuando más fuerte es el aguacero, más cálida se hace la compañía de la siempre presente soledad. Me encantó el título.

Un abrazo y que estés muy bien.

Mayte Llera (Dalianegra)
16 de septiembre de 2010, 2:36

Ay, qué bello y cuán triste, mi querido Óscar. Aunque es normal, hasta cierto punto, que así sea, pues las circunstancias bajo las que actúa tu pluma no son para menos. Te queda la satisfacción de saber que si ella puede o pudiese leer estos poemas, estaría henchida de orgullo, feliz en grado sumo, por ser la musa, la receptora, no sólo de tan hermosos versos, sino, también de tanto y tanto amor como habita en ellos.

Y venía a darte una pequeña alegría entre tanta honda tristeza y es que ayer me concedieron unos cuantos premios y decidí compartirlos, aunque fuese bajo una normativa que me ha sido impuesta. Un lote de cinco premios lo compartí con trece amig@s blogueros y tú eres uno de ellos. En mi blog principal se encuentra el post donde podrás ver tu nominación y un enlace a este blog. Te copio el enlace del post y, si lo deseas, pasa cuando quieras a recogerlo, querido amigo:

http://maytedalianegra.blogspot.com/2010/09/premios-que-comparto.html

Un beso y un abrazo fuertes.

Marisol
16 de septiembre de 2010, 5:44

Tu poesía es original y versátil, Óscar. Esta entrega de poesía oscura, me ha gustado por su singularidad, su estructura, está escrito con completa libertad.
Las dos últimas estrofas son las que más me han gustado, en su crudeza y contundencia:
'La muerte barre el serrín de los cadáveres
con el esmero de un jardinero
que arranca las malas hierbas del tiempo.'
La metáfora del jardinero arrancando la mala hierba, es brillante.

Y claro, tus palabras son cálidas, tanto que la invitación al abrigo no es difícil de imaginar:
'Ven, abrígate con mis palabras,
que afuera hace frío y tiritas de nostalgia.'

El final es desgarrador.
Un gran abrazo.

Mayte Llera (Dalianegra)
16 de septiembre de 2010, 11:09

Hola de nuevo, Óscar. Bueno,a mi chico tampoco le gustan nada de nada los premios y también se lo he otorgado y eso que sé que no lo va a colgar en su blog, pero se lo di, al igual que a ti, porque sois buenos poetas y merecéis un reconocimiento, aun cuando estos premios sean bastante de "pega", jeje. Yo tampoco me muero por ellos, precisamente, pero el caso es que me los dan y en cierta forma me "obligan" a compartirlos, montando todo este tinglado, con la cantidad de tiempo que ello conlleva y lo escasa que voy yo del mismo, pero si les digo que no, sé que se acabarán molestando y en fin, que es un poco comprometido todo este rollo de los premios. Pero tú no te preocupes, que los premios son lo de menos, efectivamente, lo importante es que a uno le lean y que guste lo que uno hace, ése es el mayor reconocimiento que puede recibir quien escribe. Por mi parte, tienes ese premio, que es mejor que ningún otro que se te pueda conceder. Bueno, te dejo con un beso y deseándote un feliz fin de semana, que ya está casi ahí, querido amigo.

Anónimo dijo...
16 de septiembre de 2010, 14:31

Tanto se siente el frío por dentro, que no importa cubrirse por fuera.
Me arropo con tus palabras, con un único deseo, que esta terrible nostalgia, pronto desaparezca.
Besos y como siempre mi total admiración a tus letras.

Clara Schoenborn
17 de septiembre de 2010, 4:19

Como siempre tus poemas tiñen la mente y el corazón con una nostalgia que casi duele. Será porque los construyes con un esmero casi milimétrico en todo sentido para producir ese efecto, desde la escogencia de las palabras, la adjetivación y la estructuración de los versos, todo confluye hacia ese sentimiento de tristeza. Un abrazo Óscar.

Isabel Moncayo Moreno
17 de septiembre de 2010, 16:20

Yo espero que ese refugio tuyo, un día se llene de luz, yo sé que tienes luz, que tienes una estrella hermosa que te " corusquea" y te inspira estos versos tan emotivos, tan conmovedores, tan al límite del desespero ( los siento a veces). parónimo consonante el título que no consolante... un abrazo querido Óscar.

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