Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Ashes of time


Cuán rápido se marchita la noche cuando los rayos de sol deshojan sus pétalos,
como una bella flor agostada por el aliento del fuego,
y mis lágrimas, tan secas, se deshacen en cenizas de tiempo.

No, no eres la ajada rosa que jadea su prístina lozanía
en la cripta húmeda y lóbrega de un libro viejo,
entre cuyas páginas, prensada, la flor esparce su delicado aroma
de rocío, muerte y primavera.

Nunca serás tinta seca ni letra muerta
en el incunable de mi vida,
aunque te lea a la luz agonizante de una vela.

No te he enterrado en el hipogeo de la memoria –ni pienso hacerlo–.
No dejaré que yazgas sepultada entre polvo y huesos,
en las catacumbas donde duermen, inanes,
los esqueletos de mis sueños.

No quiero hacerme inmune al dolor de tu recuerdo,
porque mi dolor es tu monumento.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

Yoko-Tomoto
8 de marzo de 2010, 19:30

Qué triste es cuando hablamos de los recuerdos que os mantienen en una esfera, como envueltos en nostalgia y que de ella sucumban las cenizas de un pasado que no se desea desaparezca.

Ella es como vuestra flor, aunque marchita entre las letras de un libro existe, se mantiene. Donde su tinta y aroma se fusionan para darle vida a ella de nuevo.
Vuestro recuerdo, perenne en el tiempo, hace de ella un dolor constante, vuestro monumento.

Sonrío, el detalle del título (idioma) es singular en vos.

Con aprecio
Alejandra

Marisol
9 de marzo de 2010, 19:16

Un poema cargado de imágenes preciosas, y emotivas, las flores son hermosas y dejan notar más su fragilidad cuando marchitas, hace poco deshojabas al sol, y ahora es el sol el que deshoja la noche.
'Cuán rápido se marchita la noche cuando los rayos de sol deshojan sus pétalos,'

También destaco estos versos, que logran un cuadro impactante, al culminar.
'No dejaré que yazgas sepultada entre polvo y huesos,
en las catacumbas donde duermen, inanes,
los esqueletos de mis sueños.'

Y ya para finalizar, arremetes con todo
'No quiero hacerme inmune al dolor de tu recuerdo,porque mi dolor es tu monumento.'

El dolor asumido casi como objeto de veneración, porque le pertenece en parte a tu musa.

Un poema sobrecogedor, de imágenes muy bien elaboradas y un cierre estupendo.

Un abrazo.

Liz Flores
9 de marzo de 2010, 20:35

"mi dolor es tu monumento"
¡y vaya qué monumento has erigido!
Me haces rocrdar la bella historia de amor que devela el Taj Mahal. Son en estos dos últimnos versos de tu poema que dejas en claro tu eterno sentir.

Como siempre un gusto recorrer las bellas y melancólicas imágenes que decoran tu poesía amigo Óscar.

Sólo lo del título no me quedó muy claro por qué en inglés, seguro vos tendrás tus razones especiales o sentimentales para hacerlo de eso modo.

Un gran abrazo.

Clara Schoenborn
10 de marzo de 2010, 2:31

Qué contundencia en ese último verso Óscar. Me parece hermoso pero a la vez aterrador. Me socava el alma imaginar semejante dolor. Todo el poema se desenvuelve como un andante de tristeza que finalmente desemboca en una escena final de absoluta tragedia.Un abrazo.

Fausto
11 de marzo de 2010, 21:00

Voy a comentarte a lo chapín:

Óscar, sos un cabrón para escribir!... no puedo decirte que me gusta de tu poema porque lo tendria que colocar todo, vos te lucís mano!

Y conste que cabrón no es un insulto por aca, lo podes traducir como hábil.

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