Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

viernes, 26 de marzo de 2010

El lenguaje de los abanicos


Me miras con el ojo enmarcado en la pluma ocelada de un pavo real
que despliega el abanico de sus encantos y seduce la mirada
con el fastuoso cromatismo de sus alas,
y yo tiemblo como el rocío en la mañana
con ese ritual de abeja que poliniza la flor
en el cortejo del néctar que precede al aguijón,
y vistiéndome los labios de silencio,
creo morirme sin biombo que oculte mi rubor,
como el quedo suspiro de la mariposa que el sol atrapó en su tupida red de fuego,
desintegrándola en infinitas partículas de luz.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

5 comentarios:

María
26 de marzo de 2010, 23:51

Son pinceladas de luz y de alas... tus versos.

Saludos.

Clara Schoenborn
27 de marzo de 2010, 5:01

Me hubiera gustado que le hubieras agregado alguna pausa al poema. Ya me tienes acostumbrada a ello para ir digiriendo en calma esa imágenes tan delicadas y bellas. Me fascinó esa expresión "la mariposa que el sol atrapó en su tupida red de fuego", excelentísima. Abrazos Óscar.

Marisol
27 de marzo de 2010, 5:06

El plumaje del pavo real, hipnotiza, sí, y es un abanico de encantos, como tu poesía.
El 'ritual' de la abeja polinizando la flor es una imagen preciosa.
A pesar de eso, los versos que más me gustaron son los del cierre.
"como el quedo suspiro de la mariposa que el sol atrapó en su tupida red de fuego,
desintegrándola en infinitas partículas de luz."
Una explosión de dolor, y de amor.
Un abrazo infinito.

Anónimo dijo...
28 de marzo de 2010, 6:41

Este poema es la esencia pura de la amor que se desprende tan natural. Tu poesía es bella y quema en los corazones enamorados.

Un beso, amigo.

Yoko-Tomoto
30 de marzo de 2010, 8:17

Me temo que mi vocabulario escasea siempre que os leo. De vuestra poesía se percibe el amor a vuestra dama, eterna musa.
Yo no sé si sea mi falta de experiencia pero cuando os leo sobre el amor, la tristeza, deseo, soledad. Es como ver al mundo por medio de vuestros ojos.

Es plausible vuestra forma de hacer sentir a vuestros lectores.

Con aprecio y admiración
Alejandra

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