Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Corazón coraza


No hay coraza que proteja el corazón
de las zainas estocadas de la vida,
que te aguarda emboscada en cada esquina
con la daga afilada y reluciente
y la mirada torva y asesina.

La vida es una fulana artera,
una seductora dama de compañía,
que primero te embelesa con martingalas
y luego te asalta en vil celada
cuando bajas la guardia y te confías.

Nunca le des la espalda,
ni aun cuando te regale los oídos,
ni aun cuando te prodigue dádivas,
porque en cuanto la pierdas de vista
te habrá dado lanzada.

Tanta sangre derramada,
tantas inocentes víctimas,
han hecho de este valetudinario corazón
una tira de cuero
donde la muerte afila su cuchilla.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

6 comentarios:

Liz Flores
19 de diciembre de 2009, 18:50
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Liz Flores
19 de diciembre de 2009, 18:52

Emoción, sentimiento y desazón, quién no ha sido un poema cómo este.

No hay coraza que proteja al corazón cuando la vida en su juego diabólico le alcanza con sus traidoras estocadas, pero en su defecto le hace fuerte, aunque sintamos lo contrario.

La última estrofa es dolorosa, tanto como la imagen que fluye a raíz de tus versos.

Al leer el título de tu poema lo relacioné de inmediato con el de Benedetti, pues aunque ese es hermoso, lo es también doloroso, sobre todo el último párrafo, al igual que el tuyo ¡vaya!

Te abrazo, mi querido amigo.

Clara Schoenborn
20 de diciembre de 2009, 0:31

Es un poema trágico Óscar. Es cierto, la vida no es un jardín del edén y es muy importante no olvidarlo, también, creo yo,para que cuando ella nos prodigue su lado bueno e iluminado, sepamos aprovecharlo y disfrutarlo, concientes de que en cualquier momento la sombra puede aparecer. Un saludo con afecto amigo.

Isabel Moncayo Moreno
20 de diciembre de 2009, 16:17

No se parece en nada al corazón coraza de Benedetti, estimado Óscar, yo no sé a estas alturas de la vida cómo se protege al corazón, no creo que nadie pueda, porque no es una rueda de afilar, ciertamente le has dado a dado a la vida un toque dramático en tu poema, ni todo es tan malo, ni todo tan bueno.

Mis mejores deseos para ti, Óscar, en estos días festivos y siempre.

Marisol
21 de diciembre de 2009, 4:18

A veces nos pasan tantas cosas, que uno no puede más que ver la vida con pesimismo.
Tu poema, en tono melancólico, tiene una cadencia que bien podría convertirlo en una canción de muerte.
Las metáforas que utilizas son crudas, aunque lastimosamente reales en ocasiones.
Un cálido abrazo.

Yoko-Tomoto
22 de diciembre de 2009, 17:03

Me ha gustado en manera de reflexión vuestro poema, donde el corazón pareciera no esta protegido por una coraza.

Es en el transcurso de vuestras vidas que encontraremos derivas siendo el amor lo que os conduce de nuevo.

Todos nos encontramos en ese aprendizaje (learning to live). Es de la vida la mayor seducción, sin embrago me han enseñado a no temerle u odiarla solo afrontarla con amor, respeto y voluntad.
Ha sido hermoso vuestro poema, el título me ha hecho sonreír.

Con aprecio y admiración
Alejandra

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