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Castillo de versos

Desde que te has ido,
sólo he encontrado refugio en tus versos,
y tu poesía ha sido mi único sustento.
Cada vez que te leo,
siento correr por mis venas tu aliento
como una llamarada que inflama mi estro,
y en esos momentos de exaltación poética –y amorosa–
que me clava alfileres candentes por todo el cuerpo
podría construirte un castillo de versos
–con su torre del homenaje, su foso y sus almenas–
con las lágrimas de San Lorenzo
–origami de estrellas–
en la arena de tu playa gijonesa,
para proteger tu espíritu del asedio inclemente del tiempo
y mantener viva la llama de tu recuerdo,
aunque el viento aúlle, furioso, en las troneras.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
2 comentarios:
No importa cuanto aulle el viento, su recuerdo está tan vivo como el amor de los dos.
Besitos y abracitos dulces...
Ya lo había leído, estimado Óscar, ahora vuelvo con un poco más de tiempo, he de decirte que visito a menudo el blog de Sara y me siento bien allí, además de que me siento muy identificada con su poesía, sus formas, sus metáforas, su erotismo puro, su sensualidad y saber atrapar al lector, así pues entiendo que tú que la amas encuentren en ellos su aliento y frescura, agosto es el mes de las perseidas y hemos coincidido en hacerles un homenaje en nuestros poemas, aunque tu homenaje es siempre de amor y ternura a Sara, aunque estés furioso con el mundo, es amor todo lo que describes.
Siempre un placer venir a leer y releer tus poemas. Un abrazo, estimado Óscar
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