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01
Una muerte cierta

He conocido el Amor, y he conocido la Muerte.
He muerto por dos veces, y aún sigo vivo.
¿Por qué?, ¿quién lo ordena y a qué obedece?
Como un vampiro,
envuelta en las sombras,
te deslizabas sigilosamente por el ombligo de la luna,
y perforabas los lóbulos de tu oreja con su pendiente.
Al exponerte a la luz del sol,
tu piel se quemó
y tu cuerpo se convirtió en cenizas,
pero una lágrima resbalaba por tu mejilla,
viva,
y de tu cuello colgaba un medallón
con mi efigie
y unos mechones de cabello
arrancados de puro dolor.
Quise ver qué había detrás del misterio indeclinable de tus párpados,
y me dormí en un sueño eterno
abrazado a tu mudez de cariátide.
Amarte fue condenarme a una muerte cierta,
pero no hay nada de lo que me arrepienta.
Nuestros pequeños momentos de felicidad
compensaron con creces el yugo liberador de esta soledad.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
2 comentarios:
Me recuerda un verso tuyo que había leído antes 'he muerto tantas muertes en una sola vida', lamento mucho que la historia se haya repetido. Sin embargo el final es muy generoso:
"Amarte fue condenarme a una muerte cierta,
pero no hay nada de lo que me arrepienta.
Nuestros pequeños momentos de felicidad
compensaron con creces el yugo liberador de esta soledad."
A pesar del dolor que ahora tienes, la felicidad que compartieron, valió la pena.
Me ha gustado, además, la secuencia de imágenes que logras mientras desarrollas la historia del vampiro. La precisión y la delicadeza de tus descripciones, son la marca de tu poesía.
Abrazos, muchos.
Me ha gustado esa fusión vampírica con el amor y la muerte. Es curioso, el sol al ser fuente de energía, luz sobre oscura noche, un reflejo o significado de esperanza, en el vampirismo es significado de muerte, del fuego abrasador que aniquila y separa.
EL amor en vuestro poema es eterno como la vida de un vampiro, un sueño inmortal de vuestra pluma.
Con aprecio
Clavel Rojo
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