Contar estrellas en la noche
Hoy tus manos me hacen falta
como relámpagos obedientes.
'Hoy no te olvido', Sara Álvarez
como relámpagos obedientes.
'Hoy no te olvido', Sara Álvarez
Dios vive en el sueño escarchado de tus ojos.
Lo supe cuando vi el dibujo de un corazón en la oquedad de tus manos
y a dos cisnes blancos besarse en el estanque de los nenúfares
con los cuellos engarzados.
–Y mi corazón latía febril, acelerado, como el serpentino pulso de un rayo–
He pernoctado tres noches seguidas en la hamaca de su árbol
mientras la luna me balanceaba con su ceja alabeada,
pero aún no he pagado aranceles a la pigricia.
–Y al cerrar los ojos, Dios (me ven) dijo adiós–
¿Cómo cabalgar la voz de su relámpago
y ser el jinete de la tempestad
sin que oscile y truene la montura de mi corazón pendular?
Por favor, no me despiertes cuando salga el sol.
Vístete y sal de mi cabaña sin hacer ruido,
que yo voy a dormir un sueño interminable,
como contar estrellas en la noche.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
5 comentarios:
La cita con la que inicias es muy linda por su profunda melancolía, al igual que todo tu poema, que en verdad llega a conmover al punto de debilitar los ánimos.
Me encantó este verso:
"–Y mi corazón latía febril, acelerado, como el serpentino pulso de un rayo–" Esto es lo que conseguís en tus lectores.
Contar estrellas es muy poético, romántico y nostálgico.
Un fuerte abrazo, amigo mío.
Vete sin hacer ruido y premiteme no reaccionar... no puedo... me duele...
Óscar, no dejas de sorprenderme.
Hace poco me declaré adicta a varios blogs, y La luz de tu faro anda en cabeza.
Besos
Cita
No recuerdo haberte leído antes poemas donde Dios intervenga o te bendiga, pero seguro Sara ha sido una bendición en tu vida, conocerla ya lo era.
Las acotaciones le dan matices de confidencialidad al poema.
El final no pudo estar mejor.
Me cuesta subrayarte algún verso, porque cuidas los detalles al mínimo, de modo que cuando destaco algo, llego a sentir que todo lo demás tiene el mismo valor y se me hace imposible.
Te sigo, a veces en silencio, pero siempre.
Un gran abrazo, Óscar.
Lo que más me gusta de tu poesía es lo original de tus metáforas, la belleza que le imprimes a cada imagen, además de la inmensa ternura que en algunas se exhala. Y esa tristeza tuya.
Destacaré la primera y la última estrofa, sin desmerecer el resto, aunque esa ceja alabeada también me encantó y tu corazón enamorado no tiene pigricia para componer unos versos de amor, incluso desde la tristeza, hermosos, muy hermosos.
Un abrazo Óscar
No despiertes amigo, que a veces el sueño os mantiene con aliento, con vida.
Parece una plegaria, una triste y desesperada con una connotación llena de nostalgia... una cargada de esperanza al no querer ser despertado.
¿Será del amor un sueño plasmado cual ilusión del conteo de estrellas? Es hermoso.
Concuerdo con mi bella dama Cyrene, vuestras metáforas son únicas.
Con afecto
Alejandra
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