Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 25 de enero de 2010

Hoja muerta




En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lirio
'Ofelia', Arthur Rimbaud


Sueño,
y soy como la hoja muerta que flota en el lecho del río
entre juncos, nenúfares y espadañas,
tan dócil y mansa
como el cuerpo sin vida de Ofelia
que nada sin remo ni pala
mientras sostiene en sus manos rígidas un ramillete de lirios
tan marchitos como ella;
¡pobre doncella!,
presa de su locura de amor
al frío lago abandonada,
tan quieta y serena como una pálida estrella
que mengua en las aguas
al contemplar su blancura cadavérica
argentada por los rayos de luna;
¡desdichada doncella!,
allí amortajada en su tálamo de cieno
donde celebra esponsales con la muerte en eterno himeneo,
eterna novia de ranas e insectos;
¡dichosa doncella!,
pura y virginal como el blanco de su vestido,
en eterna espera del beso del amado, de la venganza cautivo,
que la despierte del sueño en que se halla sumida
con una fragante orquídea prendida del pelo
que rivalizaría en albura con la lividez de sus mejillas,
ya sin brillo ni rastro de lozanía.

Sueño,
y soy como la hoja caduca que alancea el remolino de aire
y arranca de la rama que la vio florecer;
hoja inerme que cae a las aguas bravas que bordean la ribera
sin oponer apenas resistencia
y ve alejarse con tristeza la orilla
junto a aquel árbol que la arropó,
esperando ser arrastrada por la corriente.

Sueño,
y soy como la libélula que capitanea el viento con alas proféticas,
en las que el sol entalla el paisaje de su desnudez.

Sueño,
y soy como las burbujas en los charcos que anuncian la tormenta.

Sueño que soy la gota de agua que hace gemir a la tierra de sed.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

4 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
26 de enero de 2010, 18:22

Tú también la sueñas en noches estrelladas y adornas con flores hermosas su recuerdo. y la ves en el agua, pues era de agua y la ves en el cielo..

Hermoso Óscar de principio a fin hermoso tus sueños de tierra y sed.

Un abrazo

Clara Schoenborn
27 de enero de 2010, 1:02

Hermosa descripción Óscar, mejor que cualquier imágen, cala hondo en la interioridad y dibuja un paisaje desolado y triste que parece eternizarse. Un abrazo cariñoso amigo.

Mónica López Bordón
27 de enero de 2010, 10:58

Muy bello todo el poema en su conjunto. precioso el verso final. me ha encantado

Bss
Mónica

Marisol
27 de enero de 2010, 17:03

Un poema desgarrador, las metáforas se te dan muy bien, y logran que el lector no sólo imagine, sino sienta contigo.
Eres muy descriptivo. Me gustaron estos versos:
'tan quieta y serena como una pálida estrella
que mengua en las aguas'
Éste por su crudeza y su verdad
'eterna novia de ranas e insectos;'
Ésta es una imagen desoladora, inmensamente triste
'sin oponer apenas resistencia
y ve alejarse con tristeza la orilla
junto a aquel árbol que la arropó,
esperando ser arrastrada por la corriente.'
Hacia el final la poesía se va apagando, hasta llegar a un cierre espléndido
'Sueño que soy la gota de agua que hace gemir a la tierra de sed.'

Has incluído aquí también el dialecto de Sara, la libélula, la desnudez, la tristeza que con la muerte adquiere la cualidad de ser eterna.

Mi admiración, siempre.

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