Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Burbuja de tiempo


Navegas por el universo
como góndola sin gondolero,
como lágrima errabunda
encerrada en una burbuja de tiempo.

¿Podré explotarla y liberarte con la saeta de mis dedos?
Mil besos lanzo al viento, mil volátiles pompas de jabón
que estallan en otros tantos miles de recuerdos.

Tengo el ojo enfermo de nostalgia
y una lágrima sonámbula que se asoma, incauta, a la balaustrada del párpado.

Cuando pienso en ti
me llevo una mano al pecho,
donde rema mi dolido corazón en la sal del desierto.

Cuando pienso en ti
me llevo una mano a la aljaba de la tristeza y disparo al aire
una flecha terminada en punta de lágrima
para que hienda alguna nube peregrina
con el iceberg de mi dolor.

En diálogo con mi sombra,
me refugio en la soledad del creador
y pinto un friso tenebrista en la cara macilenta del tiempo.

Todo transcurre sin sustancia entre el cenit del amor y el nadir de la muerte.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

6 comentarios:

Lady bird
18 de febrero de 2010, 17:46

Navegando divisé este Faro, me acerqué y con tu permiso volveré a disfrutar de estas letras.

Un saludo

Mayte S.
18 de febrero de 2010, 18:22

Desde la primera vez que te lei cesta entrar a leerte, porque percibes que será emotivo seguro... se nota como dejas la piel a jirones y que el dolor ha tomado tus poesías... pero escribes esa fusión de dolor y amor, se sentimiento vivo donde la muerte lo huerfanó... es triste, pero no deja de ser grandes poemas de amor.

Con cariño, esencia.

Clara Schoenborn
19 de febrero de 2010, 3:13

Siempre he pensado que amor, vida y muerte convergen en algún punto que presentimos pero no podemos definir con exactitud. En un poema tan genuino y magistral como éste, eso se siente casi como un cristal. Un abrazo Óscar.

Liz Flores
19 de febrero de 2010, 6:11

Pues si que son grandes poemas nacidos de un gran amor. Me ha gustado los besos como pompas de jabón estallando al viento, así como la lágrima sonámbula y la conversación con la sombra, también esta estrofa:

"Cuando pienso en ti
me llevo una mano al pecho,
donde rema mi dolido corazón en la sal del desierto." qué dolorosa imagen, pero bella.

La siguiente estrofa es igual de bella y sin duda el verso del final.

Veo que adquiriste tu código de barras, qué especial que le hayas puesto la fecha de nacimiento de Sara, es un bello detalle de amor.

Tu poesía sigue siendo bella y llega al alma.
Un fuerte abrazo, amigo Óscar.

Isabel Moncayo Moreno
19 de febrero de 2010, 14:59

Fragilidad, podría decir nada más que esa palabra. Pero no puedo porque hay versos que me han encantado, como el de la interrogación de la saeta de tus dedos, como la quinta estrofa donde te llevas la mano a la aljaba de la tristeza. Otra hermosa entrega desde el dolor.

Es hermoso Óscar, aunque desearía que desapareciera tu dolor, sé que es inevitable, y sólo puedo darte mi abrazo de cariño.

Marisol
19 de febrero de 2010, 22:13

No sé que pueda decirte que simbolice lo que me pasa con tu poesía, siempre sorprendes y das más cada vez, aún cuando parece que no se pudiera más.
Me llamó la atención de forma especial esta estrofa:
'¿Podré explotarla y liberarte con la saeta de mis dedos?
Mil besos lanzo al viento, mil volátiles pompas de jabón
que estallan en otros tantos miles de recuerdos.'
Que se ayuda bastante bien con la imagen.
Luego claro, el corazón remando en la sal del desierto, y la flecha con punta de lágrima.
Son imágenes preciosas, ricas, y profundamente tristes.
El amor y la tristeza siempre están juntos. Es inevitable sufrir, aunque como Isabel desearía que tu dolor no te golpee tan insistentemente.
Un gran abrazo.

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