Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 25 de febrero de 2010

La solfa de los cuerpos


¡habítame toda, que de mis labios eres la gema!
Léeme los labios’, Sara Álvarez


Es tu beso para este vate enamorado
mester de juglaría,
pues en la trova de tus labios
cuento hasta once sílabas,
y torna mi boca, con las lenguas arrimadas,
melódico soneto,
y el ecuestre corazón, cual arrítmico timbal, redobla gallardas corvetas,
y la penetración de los acentos pone el estrambote perfecto.

Juntos somos
la tasación de los latidos,
el jadeo del pétalo,
la gema tallada del orgasmo,
el zarco brillo del rocío.

No hay nada como amanecer con el candente rumor de la piel
en la solfa de los cuerpos.

No concibo otra victoria que la rendición de tu nombre en mi boca.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

6 comentarios:

Fausto
25 de febrero de 2010, 16:51

"Amapola adherida a mi -yo-..."

No hay nada como esa sinfonía de los cuerpos.

Las letras que te sueltas, le arrancan la tensión a mi alma.

Isabel Moncayo Moreno
25 de febrero de 2010, 17:41

No concibo otra victoria que la rendición de tu nombre en mi boca.

Ah, qué cierre Óscar, permíteme que empiece por el final, porque nada tiene desperdicio, desde el título la cita de Sara, me encanta su poema, y también esta gesta tuya que le hace honor a todo cuanto le cantas de forma tan bella y apasionada.

Me ha encantado, me ha encantado todo,como siempre por esas originales figuras que hacen tan especial tus poesías.

Un abrazo, estimado amigo.

Liz Flores
25 de febrero de 2010, 17:44

En la primera estrofa hay una ternura infinita, me gustó la dulzura de "melódico soneto".

La segunda estrofa es preciosa, más la expresión "el zarco brillo del rocío" que ajusta muy bien con la imagen que ilustra tu poema.

Me gustó también "No hay nada como amanecer con el candente rumor de la piel
en la solfa de los cuerpos." no lo hay, no.

"No concibo otra victoria que la rendición de tu nombre en mi boca."
Este verso me encantó. Es realmente bello, el escuchar tu nombre de labios del ser que amas luego de entregarse alma y cuerpo.

Es una preciosa poesía Óscar.
Un fuerte abrazo.

María
26 de febrero de 2010, 0:05

¡Qué bonito lo has dicho! el jadeo del pétalo...

El contacto de los cuerpos, los besos abrazados, las caricias que laten...

Saludos.

Clara Schoenborn
26 de febrero de 2010, 0:51

Creo que si tu poema fuera una joya en la vitrina de una joyería, resaltaría por su elaborado trabajo y la finura de sus piedras preciosas y sus metales.¡ Yo lo compraría apenas lo viera!
Un abrazo Óscar.

Marisol
26 de febrero de 2010, 23:11

Ahora nos hablas de poesía, en esta serie de homenajes a Sara, en donde empiezas tus poemas con sus citas. No podías elegir tema mejor, que la poesía que es su amor.
Este verso es hermoso:
'torna mi boca, con las lenguas arrimadas,
melódico soneto'

Luego vienen una serie de versos que sólo pudieron ser dictados por la poesía conjunta de Sara y tuya, esos adjetivos imposibles que tanto llama la atención en la poesía de Sara, y por también en la tuya.

Casi al final, nos deleitas con tu poesía sensual, en apasionados versos.
'No hay nada como amanecer con el candente rumor de la piel
en la solfa de los cuerpos.'

Y el cierre, uff, el cierre es rotundo.
'No concibo otra victoria que la rendición de tu nombre en mi boca.'

Un abrazo fortísimo.

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