Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 22 de febrero de 2010

Humo aromático (La rosa y la roca)


aplícame la ley de que el sexo se crea y no destruye
o acaso transfórmame, hazme sentir cometa
Hazme sentir cometa’, Sara Álvarez


Espigada sobre el ancho campo de amapolas,
arracimas pétalos en un canasto con dedos silvestres, de canéfora,
mientras yo reclino mi cabeza en una nube violeta
y me embriago con el opio que en dulces vapores
sale de tu boca, dulce néctar.

Exhalas volutas que llevan escrito tu nombre, como galletas de la fortuna:

......S
a ........ .a
......r

Y al tragármelas, mi nombre forma uno con el tuyo:

......S....c
a....O....a
......r

Somos la rosa y la roca.

–Y pienso, mordiendo una brizna de hierba,
que no hay triclinio más cómodo que tu regazo,
ni humo más aromático que el que sale de tus labios–

Elévame a las insondables regiones de tu reino.
Llévame a tu etérea presencia.
Hazme volar con tus manos de cometa,
que he mojado mi dedo índice en saliva
para que me diga por dónde sopla el viento.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

4 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
22 de febrero de 2010, 18:37

No había caído en la cuenta, pero tú sí, por supuesto, juegas con las vocales de vuestros nombres, Sara está en Óscar y rosa y la roca está en ambos, supongo que te referías a este poema cuando hablabas de metapoesía, la adjetivación, la caligramía, sabes que a mí me encantan las variaciones de la lengua, adjerivar cuando se debería sustantivar y viceversa.

Me ha gustado esa sensación de vuelo, ya por la cita de Sara, y por ese humo aromático con que has envuelto sus labios y el poema, eres grande Óscar y cómo me gusta leerte.

Un abrazo

Liz Flores
22 de febrero de 2010, 22:38

"Somos la rosa y la roca"

Mirá qué hermosa gesta nos regalas hoy, creo que es lo más bello que te he visto (y mirà que amo tu poesía), pero esta entrega va màs allà de las letras y el sentimiento, dejas ver tu alma a contraluz de la devoción y el amor que sentís por tu amada. No sé, he percibido algo especial y diferente en este poema.

Y la comparación más que perfecta: la delicada rosa y la constante roca. La rosa es mi segunda flor preferida. Viéndolo desde un punto de vista botánico, la rosa necesita de la roca para mantenerse erguida y siempre bella, que es lo mismo que vos hacés con la memoria de Sara y su poesía.

También me gustó este lindo verso del cierre: "Hazme volar con tus manos de cometa" se desprenden varias emociones de el: ternura, felicidad, romance, pasión, paz...

Ay Óscar, qué bonito leerte.
Un abrazo amigo.

Clara Schoenborn
26 de febrero de 2010, 1:02

Bellamente estructurado de principio a fin. Otra joya, como te he dicho ya, para quedarse viviendo un buen rato en este hogar de belleza idiomática y sentimiento. Un abrazo fuerte.

Marisol
26 de febrero de 2010, 22:38

Óscar, es que tú no te cansas de sorprendernos. Esos caligramas con sus nombres, son preciosos, además que involucran mucho amor e imaginación.
No sólo uniste sus espíritus, su poesía, sino que ahora también enlazas sus nombres.
He volado en ese humo aromático que desprenden tus versos.
La rosa y la roca no se pueden dejar pasar por alto, la hermosura y la fortaleza, la fragilidad y la perennidad.

Un gran abrazo.

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