Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

jueves, 11 de febrero de 2010

El pestañeo silencioso de los años


El peor destino posible sería quedarse atrás, temblando en la soledad del tiempo, mientras todo el mundo avanza hacia la eternidad.
'La procesión de la vida', Nathaniel Hawthorne


Cuando el pestañeo silencioso de los años
te deje atrás como un recuerdo desvaído y casi olvidado
y me haga creer, con sus añagazas bienintencionadas, que fuiste más un sueño que un ser vivo,
me morderé el puño para recordarme que no te imaginé,
que fuiste de carne tanto como ahora eres de espíritu,
y que siempre, siempre, permanecerás conmigo.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

7 comentarios:

@ngelluz
11 de febrero de 2010, 20:45

Pueden pasar los años mi queridísimo Fae, pero el corazón siempre recuerda.
Te quelo mucho y como siempre me quedo aqui quedita entre tus letras.

Besitos de vuelta muuuuuuuuuuuuuuuuuak

Isabel Moncayo Moreno
11 de febrero de 2010, 21:25

Ya son varias las citas que has usado de Nathaniel Hawthorne, se ve que te gusta mucho.

Puedo decirte que no hará falta que te muerdas el puño, siempre habrá alguien, algo, que te traiga su recuerdo, siempre cuando se ha amado y la muerte te ha quitado a esa persona, siempre un olor, un banco, un faro, te traerá su recuerdo, o un poeta con sus versos enamoradamente desolados.

Un abrazo Óscar

Clara Schoenborn
12 de febrero de 2010, 2:49

El tiempo es un cedazo por el cual toda vivencia va tomando la justa dimensión en la historia de una vida y la perspectiva de los años puede hacer a esas vivencias aún más bellas desde el recuerdo porque se decantan del dolor, de la tristeza o de la desilusión y solamente queda la esencia de lo que nos hizo feliz.Bellísimo escrito Óscar. Un abrazo.

Fausto
12 de febrero de 2010, 16:31

Hay un puño de esperanza por querer a volver estar con ella. Que exquisita cada una de esas palabras, vale más éste sentimiento que la propia razón!

Anónimo dijo...
14 de febrero de 2010, 2:33

...De lo mejorcito que te he leídp y de lo poco que realmente me ha hecho sentir... Tiene fuerza, desgarro, melancolía, una pena terrible y una pasión que desborda cualquier suspiro de olvido. Me ha encantado Óscar.

Besos!

Marisol
14 de febrero de 2010, 5:46

Cuando recordamos las cosas, tendemos a ser subjetivos, por eso es doloroso no saber qué parte de nuestros recuerdos son sueños y cuáles otras realidad, además es difícil distinguirlas.
La ausencia duele, vaya que duele, tus poemas duelen también; cuando escribes desde la tristeza, pareciera que desgarras al papel con la pluma.
Un abrazo.

Liz Flores
19 de febrero de 2010, 5:38

"me morderé el puño para recordarme que no te imaginé"

Pareciera una agonía el tratar que no se extinga el recuerdo del ser amado. Tu pluma llora ausencia y sufrimiento y provoca dolor al lector.

Un abrazo Óscar.

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