Mi íntimo anhelo
La araña,
incansable como la Parca,
teje la tela que late
en el fondo de mi alma.
Con los primeros rayos de sol,
cae el rocío de la mañana
acompañado de un aire fresco
que perla de aljófar las ramas.
La tela de araña,
tejida sobre una hoja
de ciprés alargada,
espejea tu mirada
con reflejos opalinos
irisándome de amor y calma.
La bruma se levanta
corriendo una cortina de lágrimas,
pero yo te veo acercarte nítida y clara
tamizada por las gotas de agua:
el cabello de azabache ondeando al viento,
encrespado como la crin de un caballo,
enhiesto como el pendón de un caballero;
las pupilas cristalinas que titilan de alegría
y que danzan como estrellas fugaces
en una noche de paz y armonía;
el arrebol que da color a la cara
como rosa sonrosada
del jardín de las Hespérides cortada;
la sonrisa más hermosa
que un hombre jamás contemplara;
y unos labios que me esperan,
deseosos de pasión,
pasionales de deseo,
embebiéndome en su aliento,
alentándome a depositar en ellos un beso...
¡Por fin,
ya estás aquí,
mi íntimo anhelo!
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
2 comentarios:
'la sonrisa más hermosa
que un hombre jamás contemplara;'
Admiro, Óscar, tu facilidad para lograr expresiones que con ser simples, digan tanto.
Tu sensibilidad, tu capacidad de amar con tal intensidad, trascendiendo lo humano, para hacerlo inmortal.
Siempre regreso y regresaré a este poema, ya sabes que le tengo un afecto especial.
Mi gratitud y admiración, siempre.
Me encantó la cuarta estrofa:
"La bruma se levanta
corriendo una cortina de lágrimas,
pero yo te veo acercarte nítida y clara
tamizada por las gotas de agua",
es preciosa, Óscar
Todo el poema lo es
Un beso
Ío
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