Blog poesía La luz de tu Faro

En memoria de Sara Álvarez, con Amor, devoción y ternura infinitas. Absorbí tu esencia, y ahora vives en mi poesía. Te devuelvo la vida con mis versos.

lunes, 27 de julio de 2009

Sueños de inmortalidad


El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
Antonio Machado


Mirarte a los ojos es viajar al infinito
en una cápsula del tiempo,
empaparse de líquido amniótico
para regresar al útero del universo,
donde todo comenzó
en una lechosa y cálida oscuridad.

Fuiste la chispa que prendió la vida
en la noche primigenia,
el caldo primitivo que hizo del Caos
la Armonía.

Alimentaste
con tu leche materna
la boca hambrienta
de las estrellas,
y encendiste
las bujías del cosmos
como una luminaria.

Mirarte es perderse en los molares del tiempo,
entre una argamasa de informes recuerdos.

Nuestros sueños de inmortalidad
fueron tatuados en una mariposa
a la que arrancaron las alas.

Hay una sonrisa perenne
que aflora a tus labios
–esos labios de lluvia que ya no beberé–,
y las horas siguen dibujando arabescos
sobre la pátina simiente
en su interminable caída
al olvido.

Me duele verte estática,
con la inamovilidad de un recuerdo en sepia,
y me siento como una foto fuera del marco,
desplazado,
y sangro
como un ojo pinchado por un tenedor
que no quiere irse a la boca.

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.

3 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno
27 de julio de 2009, 17:58

Un poema con contracciones de parto, dolor, pérdida de la dicha después de hallarla, querido y admirado Óscar, como siempre tu lenguaje busca no sólo belleza, también transmitir al lector, lo mismo rasgos de inmensa ternura y protección como lo visceral del dolor con ese ojo pinchado por un tenedor.

Un abrazo, Óscar

@ngelluz
28 de julio de 2009, 3:57

"...Me duele verte estática,
con la inamovilidad de un recuerdo en sepia,
y me siento como una foto fuera del marco,
desplazado,
y sangro
como un ojo pinchado por un tenedor
que no quiere irse a la boca..."

Ufffffffff si me permite decirle, todo el poema en sí es hermoso en toda su melancolía pero esta estrofa es ensordecedoramente perfecta.

Me detuve a agradecer la visita de Isabel a mi pedacito de cielo y me arrastró la curiosidad, llegué aquí y me quedo.

Besos dulces de luna...

Patricia 333
18 de julio de 2010, 16:53

Nuestros sueños de inmortalidad
fueron tatuados en una mariposa
a la que arrancaron las alas.


No tengo palabras no las encuentro ....

Yo tuve una Mariposa bellisima mi hija, sus
alas también fueron arrancadas

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

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